[caption id=attachment_1505 align=aligncenter width=1024] El padre Csar Fernndez, en la parroquia de San Juan Bosco de Lom (Togo).[/caption]El domingo me qued de piedra al ver en Twitter que un misionero salesiano espaol haba sido asesinado en un ataque yihadista cerca de la frontera sur de Burkina Faso. La foto que ilustraba la noticia era la de Csar Fernndez, quien en mayo de 2004 me invit a la misin que diriga en Lom, la capital de Togo, cuando yo estaba trabajando en la edicin local de ABC en Crdoba.Gracias a su hermano Juan Carlos, secretario en la Audiencia Provincial, unos meses antes haba entrevistado por telfono a Csar, que llevaba ya 22 aos como misionero en frica. Ansioso como estaba por salir de la pequea redaccin de ABC Crdoba para dedicarme a la informacin internacional, sus historias sobre aquel continente me metieron de inmediato en el cuerpo unas ganas locas de ir a visitarle. Y as lo hice poco despus.En el destartalado aeropuerto de Lom, donde me recibi una bofetada de calor nada ms bajar del avin a pie de pista, me estaba esperando Csar. Agazapado entre la multitud que aguardaba a los viajeros, me sac rpidamente de all para tomar en la calle un taxi que nos llevara a su misin, en uno de los barrios ms pobres de la ciudad.Junto a Csar, nacido en Pozoblanco en 1946, trabajaban en la parroquia de Mara Auxiliadora el vasco Juan Carlos Ingunza y el leons Roberto Martnez, natural de Ponferrada. Enseguida descubr que eran hombres excepcionales. Acostumbrados como estaban a ver el lado ms trgico de la vida, se alejaban de algunos dogmatismos catlicos imposibles de cumplir en frica. Aunque yo les haba avisado de que no era religioso, me abrieron su misin y creo que tambin sus corazones y hablamos sinceramente de lo humano y lo divino. Adems de su fe, les mova su inmenso amor por la vida y por la gente de frica, a la que intentaban ayudar fueran o no cristianos.[caption id=attachment_1507 align=aligncenter width=1024] Reportaje a tres pginas publicado en ABC Crdoba sobre la labor de Csar Fernndez y los misioneros salesianos en Togo.[/caption]Jams olvidar aquel viaje, una de mis primeras aventuras internacionales antes de convertirme en corresponsal. Jams olvidar a Csar, Juan Carlos y Roberto, que me ensearon una bondad como pocas veces haba visto antes. Tambin recordar siempreel olvido en el que vive frica, que los tres misioneros lamentaban cuando me contaban los proyectos que tanto les costaba llevar a cabo por falta de fondos. Yo mismo experiment esa frustracin cuando, tras volver de Togo, intent publicar dos reportajes que, gracias a la ayuda de la orden salesiana, haba hecho sobre los nios esclavos en el vecino Benn. No le interesaron a nadie. Todo lo contrario de esta pujante Asia donde recal varios meses despus de aquel maravilloso viaje a frica. Aunque aquellas dos historias sobre los nios esclavos nunca llegaron a ver la luz, enABC Crdoba s publicamos un reportaje a tres pginas sobre la labor de Csar y sus compaeros. Siempre recordar aquella experiencia como una de las mejores aventuras personales y profesionales de mi vida. Por eso estoy roto desde que me enter del asesinato de Csar. Lo nico que puedo decir es que han matado a un hombre bueno.