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Blogs Enciende y Vámonos por Rosa Belmonte

La estafurcia de los chiquisubtítulos

Rosa Belmonte el


El otro día Martirio se quitó las gafas. Anoche lo hizo Risto Mejide en el chat de OT, ante las peticiones, vía sms, del público. Le ha faltado tiempo. Eso sí, lo hizo (supongo porque yo ya no volví) después de la publicidad. Qué intriga, no te digo. Por mí como si se cubre la cabeza entera y esos pelos pringosos y la barba de homeless (¿y ese quién es?, como preguntó una de las supermodelos). El tipo no ha sido diagnosticado de ceguera nocturna como el comandante de JAG. Las gafas son graduadas, advirtió. O sea, que no ve un pimiento. Oír parece que sí. Y dice que lo suyo no lleva guión. Hombre, pues lo del otro día del geriátrico se notaba que lo llevabas aprendido, muchacho. En fin. Los que se van a quedar cegatos van a ser los telespectadores que intenten leer los mensajes sms que van a apareciendo por la parte de abajo de la imagen. No los que contestan, que esos salen remarcados en una pantalla aparte, sino los que van leyéndose (si se puede) a modo de faldón.  Claro, que no es la única manera de perder la vista. Era lo que me faltaba después de adentrarme en el proceloso mundo de las últimas miniseries de la BBC que se han editado en España en DVD. Me refiero, por ejemplo, a Middlemarch y a Norte y Sur (no confundir con la americana, la inglesa es la basada en la novela de Elisabeth Gaskell, una especie de Orgullo y Prejuicio con conciencia social). Vaya una birria de subtítulos. Una estafa absurda. Son tan pequeños que parece que los hubieran hecho para Los diminutos. ¿Es más caro usar unas letras más visibles? Eso sin contar con que a veces los actores están hablando y no hay ni un subtítulo. O dejan de hablar y una de las frases se queda escrita durante un rato. Lo malo (lo sé, lo sé) es que tiendo a conformarme si me acuerdo de que La joya de la corona no tiene un maldito subtítulo. Volver a disfrutar del encanto de la producción televisiva inglesa merece incluso las chapuzas. Ver a Tim Piggot-Smith (La joya de la corona) o a Sidnead Cusack, la mujer de Jeremy Irons, es una delicia. No seré yo quien critique las series de televisión americanas y las estanterías de deuvedés, ¿pero por qué demonios nos hemos olvidado de las inglesas? Si acaso, se reeditan las comedias o los muy clásicos. Quiero decir que, por supuesto, podemos ver Fawlty Towers, The Young Ones, The Black Adder, Los Roper o Un hombre en casa (que ha salido después que el spin off). Y encima aparece The Office (la americana en lugar de la inglesa de Ricky Gervais). ¿Pero dónde están Caída y auge de Reginald Perrin o Esto se hunde? Vale que tenemos Arriba y Abajo, Retorno a Brideshead, Yo Claudio u Orgullo y Prejuicio (incluso El detective cantante se puede comprar fuera con subtítulos en castellano). ¿Pero dónde está Principal Sospechoso? Sobre todo ahora que todo el mundo ha descubierto a Helen Mirren, que parece que fuera nueva. Es para morirse. Principal Sospechoso se editó en Gran Bretaña sin subtítulos ni siquiera en inglés para los sordos ingleses, que son en los que yo siempre pienso cuando me encuentro con las series así de escasas de idiomas. Espero que bajo el actual reinado de la Mirren (todavía no he terminado de ver completa  Elisabeth I, pero qué maravilla, y qué viejo está Jeremy Irons, que ahora se ha igualado con su estupenda mujer), digo que espero que bajo el actual reinado de la gran Mirren  alguien se acuerde de que su Jane Tennison, escrita por Linda La Plante, es la mejor detective y uno de los mejores personajes televisivos de los últimos años. Y sí, vi a Jorge Javier Vázquez en Dolce Vita (Dios, ¿por qué han vuelto Juan Luis y la Portero?), sobre todo porque tenía que recobrar la visión después de los chiquisubtítulos. Qué gracia cuando puso verde a Teresa Viejo a cuenta del escote de Paula Vázquez. Y qué diferencia entre él y la mayoría de los que le preguntan (se comporta un poco como Alaska; sí, yo puedo parecer tan petardo/a como vosotros, aunque sólo aparentemente porque os doy mil vueltas). Acaba de decir en El Programa de Ana Rosa que Saray parecía anoche la Úrsula de La sirenita. Eso no se le ocurre a ninguno de los otros del sofá.  Ay, que es el cumpleaños de los niños de Ana Rosa. La líder cuenta que dicen “mi mamá”. Julio Iglesias, que ha ido a la academia de OT, le está proponiendo casarlos con sus gemelas.

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