Rosa Belmonte el 16 jun, 2010 Viendo el principio de Enemigos íntimos, cuando el resucitado Santi Acosta preguntaba a sus colaboradores qué querían saber de la relación entre Diego Gómez e Isabel Pantoja (Cristina Fernández, otra resucitada, soltó que si la Pantoja es ordenada o si es besucona), viendo eso, digo, yo lo que quería saber ya era la audiencia que iba a hacer semejante XXX pinchada en un palo (los créditos de la expresión, del gran Guillem Martínez). Pues demasiado buena para un despropósito tan grande. Porque, a ver, la alineación de sospechosos habituales: Santi Acosta (uf), Paloma García Pelayo (uf), Cristina Fernández (uf), Carlos Ferrando (el tipo peor sentado de la tele ahora que no sale Risto), Marisa Martín Blazquez (uf), Mónica Vergara (ni fu ni fa) y Luis Rollán (porque alguien del staff mediático y renegrido de la Pantoja tenía que estar). Se había anunciado que Diego Gómez, el ex de la cantante, acudía al programa ‘Para desvelar todos los detalles de su relación con Isabel Pantoja’. También se rotulaba ‘Esta noche Diego Gómez lo cuenta todo’. Y habían mandado a Luis García Temprano a la puerta de la casa de Isabel Pantoja varias veces (pero las pusieron seguidas) para palpar lo que sentía ante este programa. Nada, claro, porque no se iba a parar. Aunque Temprano sostenía: ‘Isabel cada vez está más nerviosa, cada vez está más tensa’. Con un par. Y luego sale este señor, Diego Gómez, y empieza a hablar bien de la Pantoja. Ja, ja, ja, ja, ja, ja. De ‘mujer excepcional’ para arriba. Dice que no está enamorado ya, que le tiene cariño. Y cuando Santi Acosta le pregunta si alguien del entorno de la cantante lo ha llamado antes, él, socarronamente, le suelta: ‘¿Te refieres a sus amistades?’ Toma entorno de las narices (es que se aprenden una palabra y no la sueltan). Mientras el señor alto con bigote y mosca respondía a las tonterías de Acosta, había de fondo una ridícula musiquilla de concurso, de quiz show. Adentrada la conversación aparece un letrero, con otro par, que dice ‘¿Sigue Diego enamorado de Isabel Pantoja?’. Les da igual si hace un rato ha contestado que no. Y ponen ‘imágenes en exclusiva del momento en que Diego Gómez e Isabel Pantoja comenzaron su relación’. ¿A quién le importa?, que cantaría Alaska. Como si ponen imágenes en exclusiva de cómo tiende la ropa mi vecina. Diego Gómez contaba cuando la cantante, al principio de su relación, lo invitó a América. Y va Ferrando y pregunta por más detalles: ‘Como a mí me ha invitado a veces y al final siempre pago yo’. Y el otro, el señor: ‘Pues claro que pagué yo. Es lo normal y lo que haré siempre. A mí se me invitó a unirme al grupo’. Ja, ja, ja, ja. De verdad, a veces Diego Gómez me recordaba a Paquita la del Barrio en Lo más plus, cuando parecía que ella hablaba en un idioma o un código distinto al de los entrevistadores (especialmente al de Máximo Pradera, que no levantaba cabeza). Me quedan algunas preguntas: a) ¿Era necesaria la vuelta de Santi Acosta?; b) ¿Es Isabel Pantoja ordenada o desordenada?, y c) ¿Por qué dejó la Pantoja escapar a este hombretón? Bueno, tengo otra pregunta, pero de otra cosa: ¿Por qué en Telecinco, Ana Rosa y la gente de Madrid, quiero decir, van uniformados con una camiseta de la selección española de Li Ning, la marca de España en los Juegos de Pekín? Yo llevo puesta la mía de Adidas que me han mandado los de Canal Plus. Con mi nombre y el número 9. Mola mil.