Por Josep-Maria Arauzo-Carod, ECO-SOS & IU-RESCAT, Universitat Rovira i Virgili @IND_LOC
Cuando se plantea el rol de las políticas públicas en términos de su influencia sobre las decisiones locacionales de las empresas normalmente el marco territorial de referencia son las regiones e, incluso, los países, pero prácticamente nunca se consideran ámbitos territoriales inferiores a éstos. Sin embargo, las decisiones que toman las administraciones locales en materias medioambientales que sean de su competencia sí que pueden influir las posteriores decisiones empresariales en términos de dónde situar sus plantas. Esta es, justamente, la reflexión que nos planteamos en el trabajo “Sustainability, Local Environmental Behaviour and Firm Location Decisions”, recientemente publicado en Tijdschrift voor economische en sociale geografie / Journal of Economic and Social Geography.
En concreto, nuestro punto de partida en dicho trabajo es que hay unos valores y preferencias medioambientales locales que se manifiestan en ámbitos cómo las políticas de los ayuntamientos relativas a la recogida de los residuos (como la recogida puerta a puerta o el porcentaje de recogida selectiva, por ejemplo). Además, las empresas que operan en cada territorio también muestran una orientación especifica en función de, por ejemplo, el volumen de residuos que generan. En conjunto, estos factores permiten atribuir a cada localidad un determinado perfil medioambiental que la hace más o menos proclive a acoger la entrada de empresas en función, justamente, del perfil medioambiental de éstas. Así, lo que hacemos en este trabajo es mirar si se produce un encaje entre las características del destino (en este caso los municipios catalanes) y las de la empresa entrante (clasificadas en cuatro categorías -bajo, medio-bajo, medio-alto y alto- de acuerdo con el nivel de sostenibilidad ambiental del sector de actividad medido a 3 dígitos según la CNAE).
A tal efecto, analizamos el conjunto de nuevas empresas entrantes en cualquier municipio de Cataluña entre el 2010 y el 2019, a partir de los datos proporcionados por la SABI. Dado que se disponía de datos anuales relativos al número de dichas empresas se utilizó una estimación de recuento para datos de panel. Al margen de las características de las políticas de recogida y gestión de residuos de cada municipio y de los datos sobre niveles de generación de residuos por parte de las empresas ya existentes, se utilizaron también diversas variables de control relativas a las economías de aglomeración y el nivel de renta. Además, diversas de dichas variables se calcularon con un retardo espacial para controlar por la influencia que pudieran ejercer los municipios vecinos.
Los resultados obtenidos a partir de la estimación econométrica no fueron los inicialmente esperados, dado que la hipótesis inicial del trabajo era que aquellos municipios con mayor sensibilidad medioambiental se suponía que tendrían una mayor capacidad de atracción de empresas con un perfil de mayor sostenibilidad, lo cual no fue así. A pesar de esto, lo que sí muestran los resultados es que las empresas de sectores medio-alto y alto (en términos de sostenibilidad) muestran una mayor sensibilidad a dichas características medioambientales locales que las de perfil bajo y medio-bajo.
Localización de nuevas empresas en 2010 y 2019 según perfil de sostenibilidad medioambiental
Fuente: Arauzo-Carod, J.M. (2025): “Sustainability, Local Environmental Behaviour and Firm Location Decisions”, Tijdschrift voor economische en sociale geografie / Journal of Economic and Social Geography, forthcoming.
Otro aspecto interesante que muestran nuestros resultados es que aquellos territorios con unas políticas de recogida de residuos más ambiciosas (como, por ejemplo, las recogidas puerta a puerta) en cierto modo ejercen un efecto negativo sobre la entrada de empresas, al margen del perfil medioambiental de éstas, un efecto que también generan, en menor medida, aquellos municipios con programas de recogida selectiva más amplios.
Esta evidencia empírica parece indicar la existencia de una cierta contradicción entre las prácticas de preservación del medioambiente y la promoción de la actividad económica local a través de la entrada de nuevas empresas, por lo que el desafío actual es diseñar políticas locales orientadas a la sostenibilidad que sean capaces de mejorar tanto la calidad del entorno local como de posicionar el área para atraer actividades orientadas a la sostenibilidad. De hecho, nuestra evidencia empírica sugiere que existe una descoordinación entre los debates públicos sobre la importancia de la sostenibilidad, las políticas implementadas por los ayuntamientos y las estrategias de las empresas en cuanto a las características y la ubicación de las actividades económicas a realizar.
Existen algunas implicaciones en términos de política económica derivadas de los resultados anteriores, en el sentido que los cambios estructurales hacia actividades más sostenibles requieren de (nuevas) acciones políticas específicas para impulsar el proceso, lo cual sugiere que se deben implementar esfuerzos públicos adicionales para reorientar la composición industrial de los nuevos entrantes hacia un perfil más sostenible. Sin embargo, dado que estos entrantes se ven afectados por las normas socioambientales predominantes en cada municipio, una mejor comprensión de dichas normas puede desempeñar un papel importante en el diseño de dichas medidas de atracción de tejido empresarial.
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