Buenas noticias desde la tecnología y la globalización:
-La economía mundial crece, se reduce la pobreza y aumenta la eficiencia.
-Los avances científicos son exponenciales y nos ofrecen siempre más opciones, hasta poder aprovechar la inteligencia artificial que nos ayudará a mejorar nuestra vida.
-La investigación, junto a un comportamiento mas saludable, está alargando la vida humana.
Todos somos beneficiarios:
-Las personas, por el multiplicarse de los servicios a su disposición.
-Las empresas, por la mayor eficiencia y por la alta capacitad de predicción, gracias al “big data”.
-Los países, por tener la oportunidad de ser más competitivos.
Pero también hay problemas:
-Mientras los países emergentes, en particular los asiáticos, aprovechan la globalización, la tecnología y crecen generando una nueva clase media, en Europa recuperar el tamaño de la clase media alcanzado antes de la reciente crisis gracias al crédito es difícil. Igual de difícil que sostener el alto nivel de welfare.
-Tanto la reducción de la clase media como la inmigración descontrolada han generado en la Unión Europea (de forma diferente en sus países, eso sí) un aumento de las diferencias sociales y movimientos populistas y nacionalistas.
-Las empresas europeas siguen teniendo dificultades para aprovechar la dimensión del mercado comunitario a causa de una regulación demasiado estricta y de un proteccionismo nacional que impide la consolidación.
-En la competición digital donde plataformas, ecosistemas y nuevos modelos de negocios imperan, es evidente el retraso de una Unión Europea que se encuentra entre los grandes unicornios americanos y los gigantescos conglomerados asiáticos.
-El envejecimiento de nuestras poblaciones a causa de una menor natalidad, junto a la extensión de la vida, empiezan a tener un impacto social, económico y ético que supone un problema para sostener a la sociedad en el tiempo.
Además, también implica una serie de retos.
Para algunos países mas que otros sigue pendiente lo siguiente:
-Priorizar los gastos necesarios y reducir los innecesarios
-Bajar la presión fiscal e incentivar el empleo y la iniciativa privada para reconstruir el tamaño de la clase media pre-crisis
-Tener un mayor control y planificación de la inmigración para asegurar una positiva y efectiva integración social
-Facilitar la consolidación de las empresas europeas reduciendo los obstáculos regulatorios y proteccionistas.
-Establecer una estrategia competitiva europea
-Avanzar lo más rápidamente posible en la digitalización para competir globalmente
-Abarcar el tema de la privacy y de las fakes news
-Preparar unas reconversión de las personas a las que la inteligencia artificial remplazará.
-Empujar una adecuada formación para los nuevos trabajos que el nuevo entorno digital creerá.
-Convertir la extensión de la vida en una oportunidad socioeconómica
-Dar valor a la diversidad y a la experiencia
-Activar una integración ínter-generacional
-Promover la iniciativa personal
-Empujar políticas empresariales de empleos y talentos que no miren a la edad como factor único
¿Todo estos retos se pueden superar sin una guía política comunitaria?
Personalmente lo creo difícil.
Europa tiene que avanzar rápidamente.
-Pasar de una Europa en la que prevalece lo monetario a una Europa política.
-Hacer una estrategia comunitaria que consiga que la diversidad de los países que la constituyen sume y no reste.
-Conferir a la UE una leadership en la política internacional, hoy en día geopolíticamente y comercialmente relevante.
El “sistema” tendrá que encontrar un equilibrio entre los intereses de los distintos países europeos y la estrategia comunitaria.
A la mayor eficiencia y tasa de productividad que la inteligencia artificial aportará a los países y a las empresas, para que el círculo se cierre y sea virtuoso, deberá corresponder una adecuada capacidad económica de las personas.
En pocas palabras, el verdadero reto es mejorar el capitalismo para que sea eficiente y competitivo, pero al mismo tiempo menos especulativos y más responsable, más sostenible.
Hacer compatible innovación con sostenibilidad, evolución exponencial con flexibilidad, tecnología con humanidad.
Europa, por su cultura, puede generar un nuevo renacimiento y humanismo, lo necesita.
Europa puede y debe encontrar en sus instituciones y en la educación los valores y las condiciones constituyentes de una prospectiva positiva de futuro que su historia se merece.
Giuseppe Tringali
EconomíaEducación