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Blogs El blog de Federico Ysart por Federico Ysart

Lo de Camps… y Garzón

Federico Ysartel

Asombroso. Todo en el asunto Camps es asombroso. El expresidente de la Generalidad Valenciana sale del juicio de los trajes libre de todo cargo. Inocente. Lo ha declarado el jurado, que no encuentra pruebas definitivas de que lo levantado por “el sastre” que nunca lo fue fuera como dijo que fue. Menudo ridículo.

Ridículo por todos los lados de este poliédrico asunto. Desde el tipo de expresiones con que los imputados se dirigían a los sinvergüenzas que les halagaban, hasta el número realizado por la fiscalía anticorrupción y la acusación particular a cargo de los socialistas valencianos, que no dan una, por cierto.

Ridículo y carísimo. ¿Cuánto ha costado el llamado “caso de los trajes”? Tres años perdidos por juzgados, policía, fiscales, defensores, etc. Nunca tan caro, cierto es, como el gobierno del sr. Camps ha resultado a todos los españoles, pero de este proceso judicial no ha salido nada positivo; ni empleo, ni turistas, ni ejemplaridad siquiera, sólo un espectáculo lamentable ante el mundo. Cosas del “cohecho impropio”.

El caso será recurrido, volverán las conversaciones grabadas hace tres años a remover la vergüenza ajena del común y Dios sabe cuántas cosas más, pero en cualquier caso Francisco Camps habrá perdido todos los trenes de la política. Pueden decir misa todos los tribunales del mundo mundial, pero el personaje ha sido víctima de tres años de juicio mediático y eso no se lava. Tampoco la conciencia.

Visto lo sucedido quizá huelgue recordar que fue precisamente Garzón en la A.N. el primer juez instructor del “caso Gurtel”; la policía interviene teléfonos, se filtran al diario amigo… de Garzón las cursilerías del “te quiero un huevo”; interroga al sastrecillo mentiroso y siguen las filtraciones, tantas como versiones va emitiendo el tal sr. Tomás. Son el tipo de cosas que ocurren cuando hay por medio un juez jaleado en la calle, y un gobierno dispuesto a sacar provecho político de la Justicia.

Pero Garzón no es juez; está suspendido por decisión unánime del órgano de gobierno del poder judicial y por el Tribunal Supremo; albarda sobre albarda. Era un mal juez instructor; sus carencias, retrasos y demás impericias anularon muchas actuaciones con el consiguiente contento de los inculpados, desde narcotraficantes hasta etarras.

En 1993 José Bono y Felipe González le pusieron alfombra para entrar en la política, de la que salió despechado al cabo de pocos meses visto que se quedaba en diputado cuando aspiraba a ministro. Y nada más salir se cobró las piezas que le cortaron su vuelo en Interior, aunque lo llegó a alcanzar al misterioso “señor X” que dibujó moviendo los hilos de los GAL, el propio González. ¿Afán justiciero o pura vendetta?

Política Federico Ysartel

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