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Blogs El blog de Federico Ysart por Federico Ysart

Arbitristas en el puente de mando

Federico Ysartel

Tienen anunciado que el viernes 19 aprobarán alguna medida más dentro de los ajustes iniciados hace un año. Quince meses haciendo como que hacen. Fue en mayo del 2010 cuando bajo el dictado exterior el presidente anunció un ahorro de 15.000 millones, de los cuales 12.500 en 2011. Leídas hoy aquellas propuestas producen sentimientos encontrados, desde vergüenza ajena hasta el cabreo más rotundo. A partir de entonces aquí se han tomado más medidas que en una sastrería. Eso sí, perfectamente inconexas.

Los desafíos requieren algo más. Paro y déficit, crecimiento prácticamente nulo en dos años pero con inflación, tensiones de liquidez y la solvencia rebajada, encarecimiento de la financiación y la Administración primer moroso del país. Demasiadas teclas para una sola mano.

La situación no está para arbitristas. La R.A.E. define al arbitrista como “persona que inventa planes o proyectos disparatados para aliviar la Hacienda Pública o remediar males polìticos.” No cabe caricatura mas realista de los mandamases socialistas subidos al puente de mando. No saben dónde iremos a parar, siempre a remolque, taponando agujeros y llamando reformas estructurales al simple calafateado.

No siempre tuvo tan negativa connotación el arbitrismo, incluso fue una corriente de pensamiento económico relevante en la España de los primeros Austrias, con algún precursos de otras teorías, como el monetarismo. La mala prensa que los adorna parte en gran medida de los estudios de Manuel Colmeiro, Senador y académico gallego de la Historia para quien aquellos “tontos muy peligrosos” se empeñaron en la acumulación de oro y plata en el XVII, una de las causas de la crisis económica y subsiguiente decadencia española.

Nada nuevo bajo el sol, pues. Esperaremos los anuncios ya anunciados, quizá algún retoque en la Administración periférica del Estado, leña a las farmaceúticas, adelanto de impuestos a cuenta y, dando por perdido el centro del electorado, algún guiño al extremo izquierda en cuestión de impuestos, ganancias de capital y altas rentas. Casi nada de ello podrá llegar a cuajar en ley, qué más da. Y si no van más allá, volviendo a gravar el patrimonio por ejemplo, será por dejarle una carta que jugar al candidato Pérez Rubalcaba, a quien sólo le falta traerse a Krugman. Pobre.

Política Federico Ysartel

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