Jeff Kretzer, un habitante de Virginia, (Estados Unidos) compró un boleto de lotería y lo guardó en un cajón para no perderlo. Un mes después recordó que aún lo tenía guardado.
Al rascarlo descubrió que había ganado cuatro millones de dólares. Según contó, en un principio pensó que se trataba de un premio de 4.000 dólares.
El establecimiento que vendió el boleto ha sido agraciado con 10.000 dólares.