Ocho burros han pasado varios días detenidos tras comerse las flores del complejo residencial en que viven los empleados de la cárcel de Orai, India.
Los animales estuvieron comiendo a sus anchas y destrozaron unos jardines durante varias semanas.
El responsable carcelario explicó que decidieron encerrarlos dentro de un viejo edificio del recinto penitenciario hasta que encontraron a los propietarios.