Una mujer llamada Karon Grieve compró un billete para volar de Glasgow a Creta pero se llevó una gran sorpresa. Solo pagó 52 euros por un billete de avión con 189 plazas y era la única pasajera a bordo.
El avión, con capacidad para 189 pasajeros, estaba vacío aunque se suponía que viajarían tres personas, los otros dos viajeros cancelaron el vuelo en el ultimo momento.
La tripulación la trató como si estuviera en clase VIP.