Sandra Serrano
Javier Esteban, Organizador de Eventos Deportivos en Escuelas Católicas de Madrid y EMDE, Máster en Administración y Dirección de Empresas Deportivas y Experto Profesional en Actividades Deportivas por la UNED, ha ejercido durante 29 años como árbitro federado durante los cuales ha recibido varios reconocimientos como el premio a mejor árbitro de la Comunidad de Madrid en Primera Regional temporada 89-90, mejor árbitro de Primera Regional Preferente de la Comunidad de Madrid en la 90-91 y su ascenso a División de Honor en la temporada 2001-2002.
El pasado fin de semana estuvo presente en el curso de árbitros de fútbol sala de Escuelas Católicas de Madrid contribuyendo con su experiencia tanto en la liga profesional como en la escolar:
-Veintinueve años dedicados al mundo del arbitraje habrán dejado una huella imborrable es su vida, ¿recuerda el momento exacto en el que decidió vestirse de árbitro y por qué?
-Tenía 14 años y ya había arbitrado partidos con el nombre de mi padre, de manera ilegal. No empecé antes porque no me dejaron por la edad y en cuanto pude hice el curso. Recuerdo a mi entrenador del colegio Calasancio, Sr. Sacristán, quien me dijo con quince años tienes que elegir entre jugar o arbitrar, y está claro por lo que opté. Este señor me despejó el camino con su pregunta y también fue el que descubrió a Emilio Butragueño. Calasancio era un cuna de deportistas, pues mi profesor en el mundo del arbitraje, García-Aranda, exárbitro FIFA, también fue alumno de dicho centro.
-No es la primera vez que imparte este curso, ¿ha cambiado en algo su estrategia para transmitir el reglamento?
-Han cambiado mucho las técnicas, antes era seguir el libro de reglas y desgranarlo, pero hemos evolucionado a una sociedad más audiovisual y hay que emplear medios como presentaciones, vídeos, etc. Antes el alumnado no te quitaba el ojo hicieras lo que hicieras y te creían a pie juntillas, ahora hay que atraer su atención y argumentar la exposición. Para esto también es ideal el hecho de que no haya un único ponente, sino que yo suelo actuar sólo de moderador y dejar el protagonismo a algún invitado de Primera División o FIFA en activo, como es el caso del profesor de este año, Roberto Gracia, amigo y compañero que ha llegado a lo más alto en el arbitraje del futsal.
–¿Cuál es su opinión respecto a la organización del curso en cuanto a la distribución de las horas, el lugar de realización, material, etc.?
-¿Qué voy a decir yo al respecto, si soy el responsable final? Esto es como cuando vas a la carnicería y le preguntas al carnicero por una pieza. ¿Qué te puede decir? Pues que sale muy buena. Bromas aparte, creo que hemos ido aumentando la carga lectiva con los años. Hay una carga teórica importante, muy similar a la de un árbitro federado en número de horas, pero no debemos olvidar que estamos formando a chavales para el deporte
escolar, debemos tener los pies sobre el suelo y, por mucho valor que otorguemos a los conocimientos técnicos, priorizar más aspectos como la presencia, el comportamiento, etc., pues nuestros árbitros son referentes como puedan ser los entrenadores, aunque con menor influencia que estos sobre los niños, pero con influencia.
-¿Cómo ve usted la iniciativa de formar, gratuitamente, árbitros por parte del Departamento de Deportes responsable de los XXVI Juegos Deportivos de las Escuelas Católicas de Madrid?
-Arriesgada. Arriesgada porque parece que en este mundo lo que es gratuito no se valora, pero nosotros somos una entidad sin ánimo de lucro, cuestión que queda patente en el moderado precio de participación que cobramos a los equipos participantes y de lo que estamos muy satisfechos porque, entre otros aspectos, estamos consiguiendo cifras de récord como los 394 equipos de fútbol sala de la temporada 13-14. Respecto a la gratuidad de los cursos arbitrales creo que es una fórmula que nos está funcionando bien, pues antes debíamos salir a captar aspirantes y ahora no pegamos un cartel ni enviamos un anuncio a nuestros colegios, es el boca a oído, nuestra mejor publicidad. Por eso debemos cuidar mucho a nuestros árbitros porque sin árbitro no hay partido y de ellos depende en un 80 % la imagen global de la competición.
-Según su dilatada experiencia, ¿cuáles son los rasgos de la personalidad que deberían destacar en un buen árbitro?
-Para mí sería DET, discreción en el comportamiento, ecuanimidad a la hora de tomar decisiones y templanza ante los momentos de presión. DET, no olvidar esto.
-Todos sabemos que un árbitro debe poner orden en el campo y exigir el respeto hacia las normas y los contrarios. ¿Qué sería más importante mostrar una autoridad inflexible o tener mano izquierda?
-Yo no creo en la idea de imponer un modelo de árbitro, cada persona tiene su personalidad y lo importante es que el partido discurra por los cauces correctos y llegue a su fin sin alteraciones graves, más que las propias derivadas del juego. Por ello creo tanto en los inflexibles que imponen su criterio desde el principio con su estilo autoritario como en los dialogantes. Hay árbitros paloma y árbitros halcón, pero para mí todos los estereotipos son buenos, insisto, si consiguen su objetivo que no es otro que recibir el reconocimiento final de los contrincantes en caliente o en frío.
-Los aspirantes son evaluados mediante una prueba teórica divida en dos partes: un examen de 60 preguntas y un ejemplo práctico para rellenar un acta. Además tienen que asistir a la visualización de un partido real. ¿Aportaría algo a esta evaluación o considera que es correcta como evaluación?
-Esta evaluación es una base de partida, ya que una vez conseguido el carnet para dirigir encuentros comienza la fase de seguimiento, realizada por los formadores/informadores, quienes, además de puntuar y catalogar a los árbitros durante la celebración de los encuentros, les apuntan los aspectos a corregir para que los “trencillas” puedan continuar creciendo como tal.
-La presencia femenina en este deporte es minoritaria. ¿Es difícil ver mujeres árbitros en fútbol sala? ¿Cuáles cree que son las razones?
-El futsal es un mundo históricamente masculino, aunque esa tendencia va cambiando con los años y nosotros estamos orgullosos de contar con algunas chicas árbitro en distintas categorías. Y para mí es un orgullo personal que Nuria Martín, una exárbitro de Tercera División Nacional aporte su experiencia a nuestra competición, máxime cuando el primer partido que dirigió en esa categoría nacional lo compartió conmigo, deparándome una grata experiencia.
-La Liga de Escuelas Católicas de Madrid es una liga de deporte escolar, ¿existen diferencias a la hora de arbitrar diferentes franjas de edad?
-El arbitraje es muy distinto entre una competición profesional, una nacional amateur o una escolar, pero ya en el marco colegial creo que las diferencias deben ser mínimas entre dirigir un alevín o un juvenil, debe tener un denominador común, carácter pedagógico, desde la imagen hasta la explicación de las decisiones.
-Dentro de ese dicho que dice “la experiencia es un grado”, ¿qué aconsejaría a las nuevas generaciones?
-No les puedo dar consejos, pues no me considero un gurú del arbitraje por mucho que haya dirigido 1079 encuentros oficiales federados desde 1985, pero si les puedo decir lo que no deben hacer, continuar si no les gusta el arbitraje.
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