Nuevamente, uno de los coordinadores de los colegios que participan en los Juegos Deportivos de Escuelas Católicas de Madrid, nos regala su tiempo y nos concede una entrevista. Se trata de Mariano Andrés de la Vega, coordinador de deportes y profesor del Colegio Marianista Amorós, y que además fue futbolista profesional en equipos como Móstoles o Getafe, llegando a jugar en 2ª división entre 1994 y 1996.
Pregunta (P): Recientemente te han hecho una entrevista en profundidad. ¿Qué supone para ti poder transmitir de esta manera hacia tus alumnos?
Respuesta (R): La entrevista como tal se convirtió en una conversación donde se recorría mi etapa cómo futbolista. No deja de ser un testimonio de una parte de mi vida que básicamente, quise compartirlo por si puede ayudar a alguien. Hacerlo con mis alumnos es siempre muy especial: por un lado, conocen de mí una faceta diferente a la que pudieran tener, pero sobre todo porque puede generar momentos a lo largo del curso donde la conversación vaya más allá de lo puramente académico.
P: ¿Cuál es tu mensaje principal para ellos? ¿Y lo más valioso que les puedes transmitir desde tu experiencia como deportista y como docente?
R: Creo que hay varios. “No cansarse de mejorar para crecer y hacer crecer a los demás”, “la exigencia de la competición y el juego limpio en su máxima expresión son compatibles en el deporte y en el fútbol en particular”, “el deporte genera experiencias que pueden configurarnos cómo persona”… Si debo quedarme con uno, quizás sería que cuiden su formación en general. Todo lo que queda por venir es siempre bueno, alegrías y lágrimas, porque todo nos ayuda a crecer. La expresión “nunca dejamos de aprender” es muy evidente a medida que vas creciendo y el deporte, siendo un buen camino, no es suficiente.
P: En la entrevista hablabas de que siempre buscabas la manera de entrenar más para mejorar. ¿Es esto aplicable a todas las disciplinas de la vida?
R: Claro, es importante conocerte y entender tus fortalezas y debilidades en cualquier ámbito para poner el foco en aquello que pensemos, necesitemos mejorar. No es difícil mejorar tu condición física, la técnica de una habilidad deportiva o nuestra formación académica. Lo más complicado es vencernos a nosotros mismos pues en muchas ocasiones las debilidades apagan el simple deseo de mejorar. Para combatirme, me ha ayudado mucho una frase del P. Tomás Morales: “No cansarse nunca de estar empezando siempre”.
P: ¿Con qué recuerdo te quedas de tu trayectoria como deportista?
Afortunadamente tengo muchos y buenos recuerdos. He vivido ascensos, descensos, el dolor de las lesiones o el reconocimiento de compañeros y rivales, pero desde el agradecimiento me quedaría con toda la trayectoria en su conjunto.
R: ¿Ves muchas diferencias entre el deporte de tu época y el actual?
En lo superficial es evidente que son dos deportes distintos: variedad deportiva, mayor número de niños realizando deporte, diferentes estructuras deportivas, cuidar los valores deportivos en la competición, reconocimiento del arbitraje… Pero en lo esencial no ha cambiado. Nada de esto se genera si no hubiera la misma pasión, e ilusión y sueños en niños, entrenadores y familias. Y por supuesto, la misma vocación de servicio y esfuerzo por parte de quienes organizan todas estas actividades.
P: En cuanto a tu labor como profesor y como coordinador, ¿qué importancia tiene el deporte en la vida y en el desarrollo de los alumnos?
R: El deporte moviliza en mi colegio a una cantidad enorme de alumnos. Es, sin duda, la actividad extraescolar que más alumnos acoge. Además, detrás de cada alumno hay una familia, padres, hermanos, abuelos, etc., que viven la experiencia del deporte como si fuera suya.