A contracorriente, es como me gusta a mi. Asà he pasado este verano. No piensen que soy excéntrica, bueno, un poco si, pero quise unas vacaciones en contra de las corrientes y de las hordas turÃsticas.
Soy mas del norte, me gustan Asturias, Cantabria y San Sebastian, pero tenÃa claro que este año, me iba al sur y también que querÃa la segunda quincena de agosto, cuando ya mucha gente está de vuelta en el trabajo. Y decidà que me centraba en Huelva, (que no conocÃa) y en Cadiz, (que sÃ). Dentro del primer destino, caà en Aracena, en medio de las estribaciones de los Picos de Arache, casi lindando con Extremadura mientras que de Cadiz, elegà uno de los pueblos mas bonitos que hay: Vejer de la Frontera.
Ni playa, ni mar, ni chiringuito, ni bailando hasta el  amanecer esta vez querÃa mis libros, mi siesta, cenas guiris muy tempranas, viendo la puesta del sol y paseos por el pueblo entre mercadillos al anochecer.
Camino de Huelva, llegando a Aracena, se me cortó la respiración (es que yo soy muy urbanita), por la maravilla del paisaje, agreste, monte cerrado, verde y agua…y al fondo esos pueblos blancos donde el tiempo se habÃa detenido. Nadie me habÃa avisado y no sé por qué, pero pensaba que era menos verde y menos frondosa.
Linares de la Sierra, es un pueblo donde se oyen las conversaciones de la gente en la calle. Cada casa cuenta con una entrada encachada y una alegorÃa que se refiere a su propietario: el farmacéutico, el vasco, el aventurero, el …. el lavadero de la plaza es para todos, igual que el pozo y la gente sale todavÃa al anochecer a charlar a las puertas de sus casas. Otro visita obligada es a Jabugo, a Alájar y a Almonaster la Real.
Después a Cádiz, a una casa en la muralla árabe de Vejer. Los paseos al amanecer por esas calles vacÃas, de un blanco casi rosado, descubrir patios insólitos, toda la bohemia, el artisteo, el flamenquito y las cenas en la azotea, fueron gracias a Debra su propietaria americana, unos dÃas que no tienen precio.
Unos dÃas bien aprovechados y aquà os paso fotos de lo que vi.
El encachado es una técnica de solar con cantos rodados de colores, formando un dibujo. Todo el pueblo de Linares de la Sierra, al que es difÃcil de llegar. Cada casa cuenta con una entrada donde se organizan tertulias veraniegas a la fresca, con el sÃmbolo de su propietario.
Las esteras y las cortinas gruesas en terrazas y azoteas, sirven, en el sur, para proteger el interior del calor y de la luz dejándo pasar el poco viento que se origina a ciertas horas.
El Hotel Convento de Aracena, es un antiguo convento de monjas de clausura transformado en hotel que ha mantenido sus elementos originales.
Como sus jardines en forma de patios con pozo, aljibe y alcorques para aprovechar bien el agua. Todo encalado.
Vejer de la Frontera es uno de los pueblos mas bonitos de Cadiz. Cerca de las playas del Palmar y a un paso de Barbate, cuenta con más secretos que los que pudieran guardar sus famosas Cobijadas.
La cal aquà se utiliza para todo tipo de recursos. Desde elemento constructivo y de higiene hasta clave decorativa.
Y cuanto más desconchada, mejor.
Esteras, hay varios pueblos y artesanos que las fabrican, pero desde la antigüedad se utilizan para preservar del calor. En los meses más duros, se llegan a mojar para mantener una humedad ambiente y permitir el paso del aire.
Debra Berger es la propietaria de esta casa, una artista de la cerámica y una amante de la música. Ha dejado su firma por muchos de los rincones.
Colección de cristales azules en el hueco de una ventana.
El anochecer (o el amanecer) es el mejor momento para recorrer el pueblo, sin gente y con una luz difuminada. Es la hora de las corrientes y se suelen dejar las puertas abiertas de los zaguanes y recorriendo sus calles con todo el respeto, se pueden contemplar estas maravillas.
O estas otras a base de cerámicas de Conil en colores muy vivos.
O esta preciosa forma de tender las sábanas de la semana para que se sequen.
 Aquà ya cerramos el post, porque es, por esta empinada escalera, por la que nos vamos a cenar en la azotea.
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