En China un profesor castigó a sus estudiantes dibujando un total de 1.000 emoticonos.
El insólito caso ocurrió en la Universidad de Chengdu, los alumnos recibieron este peculiar castigo por llegar tarde a una clase.
A los castigados les permitieron creatividad para poder modificar algunos de los emojis, siempre y cuando estos no se repitieran.
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