Me gusta Blanca Romero. Es una mujer diferente, moderna de rasgos, muy guapa y con una personalidad que te hace tambalear. En su día fue modelo, después quiso ser cantante y se bautizó "La perra" pero de aquello apenas queda el recuerdo de sus actuaciones con un megáfonos en la mano. No funcionó.
Su boda con Cayetano Rivera supuso un disgusto para Carmina Ordóñez que nunca "tragó" a su nuera y eso que su hijo decidió adoptar a la niña que aportaba al matrimonio. Desde que se separó de Cayetano y éste triunfó en los ruedos, a Blanca se le ha visto igual de tranquila y nada celosa del éxito de su ex.
Desde hace un tiempo se dedica al mundo de la interpretación y ahí las cosas sí le van bien. Rueda series de televisión y ya ha hecho su incursión en el cine.
Pero siempre me sorprenderá. La última vez fue en la entrega de los premios Cosmopolitan donde recogió un trofeo por su trabajo en la serie "Física o Química". Puestos a dar las gracias, Blanca alzó su trofeo y se lo dedicó a Antonio Riverae, el abuelo paterno de Cayetano, que horas antes había fallecido en un hospital de Cádiz. "Le quería mucho" dijo emocionada. Nunca hubiera imaginado esa reacción. Lo dicho: una mujer sorprendente e imprevisible.
Cosas de casa