Eduardo Redondo.
¡Viajeros al tren! Arrancamos un nuevo viaje por los colegios participantes en los XXXVII Juegos Deportivos de Escuelas Católicas de Madrid (ECM) para conocer más en profundidad su trabajo. La primera parada de la temporada nos lleva hasta el madrileño barrio de Mirasierra, concretamente al colegio Virgen de Mirasierra donde nos recibe Javier Fort, coordinador del área de baloncesto y profesor del centro. Si buscas en internet el nombre de nuestro protagonista de esta semana, son muchos los resultados que aparecen y que detallan un increíble currículum deportivo: campeón de la Copa de la Reina en 2011 con Rivas Ecópolis, experiencia en Euroleague con Lotos Gdynia (2011-2012) y entrenador de grandes figuras del baloncesto nacional como Amaya Valdemoro, Elisa Aguilar, Laura Nicholls o Anna Cruz. Además, ha conseguido múltiples títulos en categorías de formación y ha sido una figura esencial en la dirección técnica del Club de baloncesto Leganés en el que ahora dirige a su primer equipo en la máxima categoría del baloncesto femenino.
De esta manera, arrancamos una interesante charla en la que Javier nos desgrana la forma de trabajar en su colegio, habla de competición, de sus equipos y de sus entrenadores y nos cuenta más detalles de su trayectoria ligada siempre al colegio Virgen de Mirasierra. “En baloncesto esta temporada tenemos 18 equipos y en voleibol 9. Nosotros ofertamos las extraescolares de deportes y en función de la demanda conformamos los equipos, pero nuestra idea es que todos los niños que quieran hacer deporte en el colegio tengan su lugar y su espacio. Nuestra forma de hacer los equipos es por cursos, e intentamos separar los chicos de las chicas para que a la hora de competir lo hagan contra equipos de su mismo género. En las categorías benjamín y alevín el físico es muy desigual y nos gusta que compitan en igualdad de condiciones”, detalla Javier Fort.
Con 27 equipos inscritos en la XXXVII edición de los Juegos de ECM, el colegio Virgen de Mirasierra es de los centros más grandes y su participación en la competición se remonta a sus orígenes. “Nosotros elegimos la competición de Escuelas Católicas porque se ajusta a las necesidades que tiene el colegio y permite a nuestros alumnos compaginar el deporte con su ámbito académico. Valoramos mucho que se ajuste al calendario escolar, respetando vacaciones y días festivos y, además, para nosotros es muy fácil gestionar partidos, programar, etc. Es una competición que permite conciliar muy bien el ámbito académico y el ámbito deportivo. Por otro lado, valoramos positivamente el nivel deportivo y los valores que se transmiten desde la propia organización”, asegura el coordinador de Virgen de Mirasierra.
Sin embargo, lanza dos propuestas a los organizadores: “Creo que se podrían mejorar dos aspectos que nos demandan todos los años las familias. Por un lado, empezar antes la competición. Aquí nos comparan mucho con las ligas federadas en las que empiezan a jugar a principios del mes de octubre y nosotros no lo hacemos hasta el mes de noviembre. Esto lo ven como un agravio comparativo y sí que nos gustaría que la competición empezara antes. Por otro lado, la manera de establecer las categorías de dos años en dos años. Existe mucha diferencia física entre los jugadores de primer año y los de segundo. Sin embargo, en federación, cada categoría corresponde a un solo año. En mi opinión, en ECM que tiene muchos equipos compitiendo en las categorías Benjamín y Alevín, se podrían separar para intentar buscar partidos más igualados”, propone.
Superadas las dos primeras jornadas de competición, Javier recalca la importancia de los valores en el deporte y del respeto en todos los partidos. “Para el colegio Virgen de Mirasierra el tema de los valores que transmite el deporte es un tema fundamental. La semana pasada, antes de que empezara la competición, yo mantuve una reunión con los padres de todos los jugadores para que entiendan que esto es una competición, pero una competición sana donde se respeta al rival, a los árbitros y a los entrenadores. Siempre me gusta incidir en el tema arbitral ya que muchos que vienen se enfrentan a sus primeros partidos al igual que sus hijos se enfrentan también a su primer partido. En esta tesitura entran las equivocaciones: pitar unos pasos que son, una falta que no se ve…, pero todas estas situaciones hay que tratarlas desde el respeto. Esta conversación también la tengo con los entrenadores para que entiendan que ganar es importante y por eso competimos, pero por encima está el respeto y la educación. Deporte y educación son dos aspectos que van de la mano y que son básicos. Yo siempre digo que el respeto va unido a cualquier ámbito de la vida y en el deporte más”, asegura desde su posición de coordinador, entrenador y docente.
Los encargados de transmitir estos valores son los entrenadores y la cantera de Virgen de Mirasierra permite al colegio realizar un buen trabajo en este sentido. “Por suerte, nosotros tenemos una gran cantera de entrenadores y no tenemos demasiados problemas para formar los equipos gracias a los antiguos alumnos. La mayoría de nuestros entrenadores son antiguos alumnos que han jugado al baloncesto en el colegio. Esto nos beneficia mucho porque son chicos y chicas que tienen muy arraigados los valores del centro y tienen un gran sentido de pertenencia. A todos ellos les gusta mucho el deporte, lo han vivido aquí desde pequeños y les gusta seguir vinculados de esta manera. También tenemos profesores del centro y a dos o tres entrenadores que vienen de fuera, pero que cuadran con nuestra forma de ver el deporte. Como requisitos, nosotros pedimos que sean personas cercanas con los niños, que se preocupen por ayudarles, que tengan buen trato con las familias y que les enseñen baloncesto, claro”, explica.
En Virgen de Mirasierra tienen un coordinador para cada sección deportiva, pero todos ellos comparten su pertenencia al centro. “Creo que el trabajo de coordinador se puede realizar perfectamente sin pertenecer al centro, hay coordinadores en nuestra liga que llevan muy bien a sus equipos y no son profesores. Sin embargo, creo que es algo que ayuda, ya que te permite conocer más en profundidad a los alumnos y a sus familias. Estar en el día a día del centro es una ventaja que te permite gestionar y solucionar muchos problemas. En nuestro colegio, todos los coordinadores deportivos hemos sido profesores del centro. Nosotros tenemos a Gregorio Chozas coordinando voleibol y todas las extraescolares, a mí coordinando baloncesto y en fútbol tenemos a otra persona”, reconoce.
La relación de Javier con el colegio empezó hace muchos años y se mantiene en la actualidad. “Yo soy antiguo alumno del centro y empecé aquí a jugar al baloncesto en una época en la que no había tanto deporte como ahora. Yo me decanté por entrenar y tuve la oportunidad de estar en Primera División cuatro años en Rivas. Ganamos la Copa de la Reina, jugamos Euroleague tres años y me salió la oportunidad de irme a Polonia a entrenar. Estuve allí con un equipo de Euroleague, después estuve con la selección de Bulgaria y cuando volví a España decidí asentarme un poco y tener un trabajo estable. Hablé con el colegio y surgió la posibilidad de entrar aquí como profesor. Me alejé un poco del deporte profesional y me dediqué a la educación. Seguí ligado al deporte entrenando equipos de cantera en Rivas a nivel muy alto participando en Campeonatos de España de categorías cadete o junior y a la vez empecé a entrenar aquí en el colegio. En 2021, Paloma, que era la anterior coordinadora, decidió no continuar y cogí yo la coordinación que compagino desde hace dos años y medio con el Club de baloncesto Leganés en el que ya coordinaba su cantera. Su primer equipo que estaba en segunda división iba mal y me propusieron coger a mi el equipo. Yo dije que sí, pero si podía compaginarlo con mi trabajo aquí. Ahora le echo muchas horas a las dos cosas, pero todo está saliendo muy bien y estoy muy contento de poder compaginar el deporte de alto rendimiento con la educación”, asegura.
Para concluir, Javier anima a todos sus alumnos a practicar un deporte y lanza un mensaje: “En el colegio Virgen de Mirasierra ofrecemos un deporte de calidad para ayudar a los alumnos a desarrollarse como personas, inculcando valores y acompañando este proceso en toda su carrera, tanto deportiva, como académica”, finaliza.