Sandra Serrano
Luis Prada, padre de uno de los jugadores del equipo de fútbol sala benjamín de Fray Luis de León, Pablo, opina sobre la competición de Escuelas Católicas de Madrid (ECM).
¿Cuántos hijos tienes practicando deporte?
– Tres hijos de cuatro. El mayor comenzó en el colegio y ahora juega al fútbol en Comillas, la niña está en el equipo de voleibol y Pablo, en fútbol sala.
¿Cuál es tu opinión sobre los Juegos Deportivos de ECM?
– Me parece una idea estupenda. Una oportunidad de que hagan deporte sin estar federados, sobre todo, para las categorías de base. Pablo, por ejemplo, empezó a jugar al fútbol sala con cinco años.
¿Qué te parece la organización del calendario deportivo?
– Para los padres es mucho más flexible que los calendarios de las federaciones donde quizá sí haya más jornadas pero los puentes no se respetan. Además, para una familia como la mía con varios hijos en equipos distintos, conocer de antemano dónde y cuándo son los partidos a largo plazo nos facilita mucho la organización familiar.
¿Cómo es el ambiente alrededor de un partido y la calidad del arbitraje?
– El ambiente es estupendo para aprender. En otras competiciones es más agresivo, más tenso; mientras que, en este caso al tratarse de una liga entre colegios el entorno es totalmente diferente.
La calidad del arbitraje también es bastante buena, acorde con el tipo de competición ya que los árbitros utilizan un tono muy didáctico para dirigirse a los jugadores, dependiendo de la edad de los mismos.
¿Qué le aporta a Pablo jugar en el equipo de su colegio?
– En primer lugar, cuida su salud pero también hay otro tipo de aprendizajes muy importantes para la vida en general como el compañerismo o la disciplina. A través de algo que le motiva y le gusta mucho aprende a formar parte de un equipo y a respetar las normas. Ganar no es el único fin.
Entrevistas Pilar Quijadael