Provocar un terremoto no es nada comparado con la capacidad de forzar sonrisas del destino.
Provocar un terremoto no es nada comparado con la capacidad de forzar sonrisas del destino.
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?.Más información y cambio de configuración.