La llega del año 2011 ha estado llena de cambios y nuevos propósitos para la actriz Lydia Bosch. Esta semana la sorpresa ha llegado con la entrevista a dúo que protagoniza junto a su hija Andrea Molina en la revista Elle. Posan juntas, sonrientes y maquilladas, y anuncian que Andrea seguirá los pasos de sus padres en el mundo de la interpretación para lo que ya se prepara en una academia mientras termina sus estudios. “Todavía estoy reencontrándome a mí misma. He estado muchos años no siendo yo, pero he vuelto a retomar las riendas de mi vida”, dice la actriz que ha retomado su carrera con la serie de televisión “Águila roja”. “También he hecho un cambio físico. ¡Hasta me he cortado el pelo! Y me tomo en serio el gimnasio. Me ayuda en lo psíquico porque me da más energía”, añade. Pero la novedad es su hija Andrea, vivo retrato de los Molina, y cómplice de su madre en todo. Después de mucho tiempo protagonizando las desagradables crónicas donde se habló de la demanda que Lydia puso contra su ex marido por presuntos abusos sexuales (demanda que fue sobreseída al igual que los recursos que pusieron) y de los distintos contenciosos que mantienen por su divorcio (la sentencia del juez también está recurrida por su ex marido), las declaraciones de Andrea son toda una sorpresa que marcan un antes y un después en la escena mediática. “Después de todo lo que hemos pasado, la relación con mi madre podría haberse ido al garete, sin embargo es más fuerte que antes. Me considero muy afortunada”, dice la hija de Lydia y Micky Molina. Lydia asegura que piensa apoyar a su hija en su nueva faceta como actriz y tal vez ahora sea el momento de recuperar la relación con un padre que, ironías del destino, cualquier día podría coincidir con él en un reparto. Con este reportaje en una revista femenina Lydia Bosch rompe el silencio de los últimos años y da paso a una nueva manera de entender las cosas y llevar su imagen pública. Aún está pendiente de que la Justicia se pronuncie sobre el recurso que su ex puso contra la sentencia del divorcio que le daba a ella la guarda y custodia de los dos hijos habidos durante el matrimonio así como el uso y disfrute del domicilio familiar, una pensión mensual más una retribución económica, pero eso no quita para que con cambio de look y ganas de empezar a hablar y normalizar su vida la actriz reaparezca de esta forma con su hija Andrea en un posado que ha sido una de las sorpresas de la semana. Ante la pregunta de si habrá más, su gente asegura que las cosas se harán despacio, como en palacio.
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