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Cómo empezar a usar las redes sociales

Antonio Cambronero el

Lo más difícil para los que se acercan por primera vez a Internet, y a sus redes sociales, es no sentirse abrumado por la confusión que implica el desconocimiento inicial. Existen muchas plataformas y no es sencillo distinguir, al principio, sus diferencias y entender para qué sirve cada una de ellas. Otro problema es la rapidez con la que evolucionan las herramientas. Cuando comprendimos los blogs, hubo que lidiar con el microblogging. Y cuando nos desenvolvíamos aceptablemente bien con Twitter, oimos hablar de Instagram, o recientemente de Pinterest. Demasiadas opciones en tan poco tiempo.

El usuario corriente, se acostó un día con su Messenger, y su Hotmail (Gmail ya era un gran logro para él), y se despertó al día siguiente con cosas raras como Facebook, Foursquare, Twitter, Tumblr, etc.

Para los niños y adolescentes es sencillo adaptarse a la velocidad de las herramientas de comunicación en Internet (léase redes sociales), porque su condición de nativos digitales les permite abstreaer y asimilar nuevos conceptos informáticos (a nivel de usuario) muy deprisa y de forma natural. Otra cuestión muy diferente es para personas de más edad. Y no solo es cuestión de edad. Los condicionantes sociales y culturales son muy importantes.

Infografías como la de Flowtown, que acompaña a esta entrada de Weblog Magazine (vía Noel Carrión), son muy útiles para ayudar a comprender las diferencias y usos de las redes sociales más populares, así como para saber cómo empezar a usarlas.

Y para empezar a utilizar una red social, yo recomiendo plantearse dos cuestiones fundamentales.

¿Para qué quiero estar en una red social?. Darse de alta en una red social concreta implica enfocarla hacia tus intereses, bien sean personales o de empresa. Eso significa conocer y tener claro cuáles son los objetivos que se persiguen. Cada red social tiene un fin determinado pero, en general, se trata de comunicarte con los demás y compartir algo. Tienes que estar dispuesto a dar algo de tí y, a cambio, aprenderás mucho.

Te llevará tiempo. Compaginar una red social con tu vida offline conlleva cierto consumo de tiempo y esfuerzo (y no digamos si mantienes varias redes). La única manera de hacerlo bien es organizándote con técnicas de productividad. Ten en cuenta que tendrás que dedicarte también a tareas, a menudo desagradables, como configuración, mantenimiento, subidas de versión, luchas contra spam y trolls, etc. Sin embargo, generalmente todas esas labores son muy fáciles de llevar a cabo y, en muchos casos, se pueden realizar automáticamente.

Y, a continuación, la infografía (pinchar en la imagen para agrandarla):

Redes sociales
Antonio Cambronero el

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