La mujer española con el mayor puesto en la OTAN

Periodista de profesión -pasó por las corresponsalías de Europa Press y Efe en Bruselas-, ingresó en la OTAN en 2004. Antes de su cargo actual, ejerció de portavoz adjunta de la Alianza Atlántica, organización que afronta una Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno el 11 y 12 de julio en Bruselas. Su secretario general, el noruego Jens Stoltenberg, se reunirá con el presidente Pedro Sánchez este martes en Madrid.

Recientemente, ha recibido en Madrid un simbólico y cariñoso premio de la Asociación de Periodistas de Defensa españoles (APDEF) por su trabajo en la OTAN.

-Su cargo dentro de la OTAN es vicesecretaria general adjunta de Diplomacia Pública. ¿A qué se dedica?

– La Diplomacia Pública es la comunicación exterior. Es decir, comunicar a la opinión pública qué está haciendo la Alianza Atlántica. Nuestra división también se encarga de las estrategias de comunicación de la OTAN. Por ejemplo, cuando la OTAN empieza a discutir un asunto a nivel político, comenzamos a discutir cómo vamos a comunicar al exterior la decisión. Cada vez más, la comunicación forma parte integral de la toma de decisión de la OTAN. Coordinamos la comunicación de los socios internos: los 29 países miembros, con su parte civil y militar.

 

 

-Porque la comunicación es un arma más…

– Más que un arma es un instrumento que añade credibilidad a lo que hace la Alianza. Se trata de tener una comunicación pública que sea cualificada y se base en los hechos.

– Las “noticias falsas” (“fake news”) es una de las cuestiones que están más de moda ahora hablando de seguridad en los países…

– Nosotros a las “fake news” cuando se producen de un modo sistemático lo llamamos desinformación. Y, efectivamente, estamos en un tiempo donde afrontamos campañas de desinformación que son muy intensas y sofisticadas. Nuestro reto es identificar el espacio informativo en el que se está desinformando sobre la OTAN y calibramos si debemos responder o no, porque a veces si respondes das más importancia a lo que se está desinformando. Nuestra estrategia frente a ello es centrarnos en explicar bien a nuestras opiniones públicas qué está haciendo la OTAN.

– El 11 y 12 de julio se celebrará en Bruselas la Cumbre de Jefes de Estado o de Gobierno de la OTAN. ¿Qué podemos esperar de esa cita?

– Vamos a tomar decisiones importantes para reforzar la política de disuasión de la Alianza, que siempre es defensiva y destinada a evitar el conflicto, en ningún caso a provocarlo. En los últimos años hemos tomado las medidas de disuasión, ahora en la Cumbre de Bruselas iremos más allá: reforzaremos la capacidad de reacción de nuestras fuerzas militares. Se adaptará la estructura de mandos de la Alianza que nos permitirá tener una estructura militar mucho más ágil para transportar fuerzas y medios militares lo antes posible a través de Europa.

– Y el flanco Sur, imagino, estará presente…

– También tomaremos medidas para reforzar la disuasión para las amenazas que vienen del Sur. E iremos más allá en nuestra agenda para proyectar más estabilidad a nuestros países vecinos, como son Túnez, Jordania e Irak, donde lanzaremos una misión de entrenamiento. La mejor arma para luchar contra el terrorismo es dotar a los países vecinos de instituciones de defensa democráticas y fuertes. Esto también es importante en el asunto de la inmigración. También daremos un paso más con la UE, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, van a firmar otra declaración conjunta para seguir reforzando nuestra alianza de cooperación entre la UE y la OTAN.

 

 

– También estará el asunto de la inversión del 2 por ciento del PIB en Defensa, algo que se acordó en la Cumbre de Cardiff (2014) con Barack Obama como presidente de EE.UU.

– Efectivamente, los 29 países analizarán el reparto de la “carga” entre los países miembros, con las denominadas tres “C”: “cash, capabilities and contributions” (dinero, capacidades y contribuciones). Cada país pondrá sobre la mesa un plan para explicar cómo se está avanzando en el cumplimiento de ese compromiso de tender hacia una inversión del 2 por ciento del PIB en Defensa. Ante las nuevas amenazas, en el ciberespacio y la guerra híbrida, se tomarán decisiones para reforzar la Alianza.

– Llevamos siete minutos de entrevista y aún no ha mencionado la palabra “Rusia”… ¿es tema tabú?

– Para nada. En nuestra política con Rusia no habrá grandes cambios en la Cumbre. Los jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN reconfirmarán la política de doble dimensión: una defensa fuerte con una disuasión reforzada pero al mismo tiempo de diálogo con Rusia. Rusia es nuestro mayor vecino, queremos continuar el diálogo con Rusia aunque sea muy difícil. Desde 2014 a 2016 no tuvimos ninguna reunión en el Consejo OTAN-Rusia, desde 2016 hasta ahora hemos tenido siete reuniones, una de ellas el mes pasado. Y cuando el diálogo es difícil, es más importante hablar. Debemos hablar para evitar malentendidos y añadir transparencia. Cuando nos reunimos hablamos de nuestros ejercicios militares, por ejemplo.

-Y claro está, tendremos un presidente de EE.UU., Donald Trump, que viene de una cumbre del G-7 muy tensa con países aliados. ¿Cómo puede afectar a la Cumbre de Bruselas?

– El secretario general ha manifestado que, efectivamente, existen una serie de diferencias entre países aliados, que son bastante serias. Pero también ha dejado claro que él no espera una cumbre tensa porque la OTAN es una organización de democracias. Tuvimos crisis en Suez (1956), con la salida de Francia de la estructura militar (1966) o Irak (2003) y la OTAN siempre ha sido capaz de superar cualquier diferencia cuando se trata de protegerse los unos a los otros.

 

 

-¿Es verdad que la defensa europea es cosa todavía de EE.UU.?

-Europa ha aumentado muchísimo su contribución a la seguridad del pilar europeo de la alianza. Al mismo tiempo, EE.UU. y Canadá han aumentado su compromiso con la seguridad de Europa. Hemos visto que EE.UU. ha vuelto a Europa con una presencia militar muy importante que no se veía desde el fin de la Guerra Fría. Canadá también ha regresado a Europa, con uno de los batallones en los países bálticos. Y los europeos están haciendo más para la Europa de la Defensa. Se trata de una contribución compartida, todos hacen más.

– Hay recelos en la OTAN a las nuevas iniciativas de Defensa como la PESCO de la UE (Cooperación Estructurada de Defensa) o la Iniciativa Europea de Intervención lanzada por Francia.

– No hay recelos porque una Europa de la Defensa fuerte es positivo para una OTAN más reforzada. Lo que el secretario general ha dicho es que la Europa de la Defensa debe llevarse a cabo siguiendo tres puntos: 1. todas las capacidades militares que se desarrollen en la UE sean coherentes con las desarrolladas en la OTAN; 2. las capacidades militares de la UE estén a disposición de la OTAN si se necesitan; 3. que también Europa implique a los países no miembros de la UE dado que ellos también contribuyen a la seguridad europea. Una vez que se produzca el “Brexit”, el 80 por ciento de la inversión de defensa de la OTAN va a venir de países no miembros de la UE.

– El secretario general la OTAN, Jens Stoltenberg, se reunirá con el presidente Pedro Sánchez este martes en La Moncloa. ¿Cómo se valora la contribución española en la OTAN?

– España siempre ha sido un país clave dentro de la Alianza y muy valorado. No sólo para reforzar el flanco Sur de la Alianza, además contribuye con 300 soldados a la fuerza reforzado de Europa del Este, más concretamente en Letonia; también con aviones en el Báltico a la misión de vigilancia aérea; acoge cuatro navíos antimisiles en Rota; tiene una batería de misiles Patriot en Turquía; sigue contribuyendo a la construcción de seguridad en Afganistán; y en Irak los soldados también marcan diferencias con el entrenamiento antiminas; también participa en los grupos marítimos de la OTAN. Todas estas contribuciones marcan el compromiso fuerte de España con la defensa colectiva de la OTAN y con la política de la Alianza de proyectar estabilidad más allá de nuestras fronteras.

 

 

– ¿Cree que en España queda algo del “OTAN no, bases fuera”?

– España es uno de los países más constructivos de la Alianza. España siempre está ahí en el momento que se le necesita.

– ¿Puede haber giro político?

– La OTAN juzga a sus países miembros sobre la base de los hechos.

– Casi uno de cada tres responsables de Defensa en la OTAN es mujer: ministras de Defensa en España, Alemania, Italia, Francia, Noruega, Albania, República Checa, Holanda y Eslovenia. ¿Es esta política cada vez más un asunto de mujer?

– Aquí se trata de estar preparados para llevar los temas de defensa. Y es verdad que cada vez hay una mayor representación de mujeres en torno a la mesa del Consejo del Atlántico Norte. Ocurre a nivel de embajadores, ministras de Defensa y Exteriores y jefes de Estado y de Gobierno. Por lo tanto es una muy buena señal de que hay mujeres muy valiosas que se ocupan de las cuestiones de seguridad y defensa muy seriamente. La OTAN tiene una política de inclusión de género muy fuerte, tenemos una representante especial que promueve un equilibrio de género en las estructuras tanto a nivel civil o militar.