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Cese del subdirector de Reclutamiento en plena polémica de la oposición a psicólogo militar

Cese del subdirector de Reclutamiento en plena polémica de la oposición a psicólogo militar
Esteban Villarejo el

 

En plena polémica por la repetición de las oposiciones del Cuerpo Militar de Sanidad, especialidad fundamental de Psicología, el Boletín Oficial del Estado anunció ayer el cese del actual subdirector de Reclutamiento y Orientación Laboral, el vicealmirante Alfonso Carlos Gómez Fernández de Córdoba.

Así lo refrenda el BOE, cuya decisión fue ratificada por el subsecretario de Defensa, Alejo de la Torre. Este cese se produce después de que el mismo tribunal de las pruebas para siete plazas de psicólogos militares (acceso directo a la carrera militar) haya sido cambiado completamente, tanto en sus titulares como suplentes.

Ya hay nuevo calendario para la celebración de las pruebas a pesar de que el procedimiento concluyó en la anterior convocatoria, a falta simplemente de conocer los siete ganadores de las plazas. Aún resta por saber si los afectados por la repetición de las oposiciones -que duró tres semanas en Madrid, con los costes que conlleva- presentarán algún tipo de recurso.

Aunque los resultados no eran oficiales los opositores conocían las notas dado el seguimiento que se hacía a las notificaciones de las distintas pruebas.

La razón de que el Ministerio de Defensa quiera repetir la oposición fue el recurso interpuesto por otras dos opositoras con tatuajes, en empeine y pierna. Estas dos últimas aspirantes fueron rechazadas en las pruebas físicas al percibirse sus tatuajes.

 

Campaña en change.org

 

La normativa de la oposicin, publicada con antelación en el Boletín Oficial del Estado, hacía hincapié en que los tatuajes no podían dejarse ver con uniforme militar de falda.

Recurrieron para que se aplicase solo al uniforme común (con pantalón) y el Ministerio de Defensa, en caliente y a toda prisa, decidió readmitirlas pese a ir en contra de la normativa del BOE. Otras aspirantes hasta se gastaron mil euros en borrarse su tatuaje con cirugía para que no fuera visible.

Los afectados por la repetición han lanzado una campaña de recogida de firmas en «change.org» lanzando el siguiente llamamiento: «¿Qué hicimos nosotros 7 mal? Superamos todas y cada una de las pruebas, nos ajustamos al BOE pertinente y logramos colocarnos en posición de plaza. Queremos romper una lanza en favor de la no distorsión de un proceso que hemos superado con éxito, y destacar que no hubo machismo ni discriminación de género, como se ha señalado y acusado, ya que hubiéramos sido admitidos 1 hombre y 6 mujeres».

 

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