Rosa Belmonte el 10 mar, 2006 Documento del Tomate (al menos, visto en el Tomate). Persecución por las calles y la noche de Madrid a Rosa López (la quieren pillar con un presunto novio). Ella, en taxi; el perseguidor (que no es una novela de Cortázar), en coche. El taxi ve que lo sigue un coche y empieza a correr de más. Lógico, tampoco están las cosas como para confiarse demasiado. Alguien en el auto del perseguidor graba la carrera y en un momento en que consigue pararse a su altura, el paparazzo suelta al taxista: ‘¿Vas fumao? (aunque otra vez entendà zumbao). Hay dos formas de hacer esto, o por las buenas o por las malas. Si te sigues saltando los semáforos, tenemos la matrÃcula de tu coche y te vamos a denunciar por tonto. Y lo vamos a meter en Salsa Rosa. Te voy a estar siguiendo toda la noche’. Ole. Y encima cargado de razón el tÃo. No tiene el más mÃnimo pudor a la hora de vender el documento a Salsa Rosa, al Tomate o a quien sea, aunque a algunos nos parezca que está haciendo el ridÃculo. ‘El reportero deja las cosas claras’, habÃan dicho los chicos tomateros al presentar el reportaje. Desde luego que deja clara su catadura moral, el scotch brite que gasta por cerebro y ese extraño convencimiento de que tiene más razón que todo el santoral. Y llama tonto al otro. De verdad, que en un mundo con semejantes figurantes es imposible e inútil utilizar cualquier pensamiento lógico. Y luego resulta que Rosa López iba al gimnasio. Hemeroteca Comentarios Rosa Belmonte el 10 mar, 2006