ABC
| Registro
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizABC
Blogs Enciende y Vámonos por Rosa Belmonte

Salvado por la tijera

Rosa Belmonte el


Raising-the-bar-mark-paul-gosselaar_l


Alabados sean los dioses de Kobol. Mark Paul Gosselaar se ha cortado el pelo (grossiento) para la segunda temporada de Raising the bar. El acontecimiento capilar es lo primero que llama la atención de Virginia Cha, la payica de la CNN, cuando lo entrevista con motivo de la vuelta de la serie el pasado lunes (by the way, que el mismo día, Zack Morris resucitó).


 El acontecimiento (‘the cut’) fue seguido en su trailer, entre otros, por el jefazo de la TNT, Michael Wright, por Steven Bochco  y por su mujer (de Mark Paul). Desde el recogido para limpiar telarañas de Kathryn Morris en las dos primeras temporadas de Caso abierto no se había visto peinado más comentado en una serie (por cierto, la Morris y Anna Torv, la Fringe, ¿van al mismo sastre?). Lo de no comentar parece la razón del corte. Que el pelo no distraiga (ni al jurado, a buenas horas, ni al espectador), como el mismo Mark Paul Gosselaar ha dicho en una entrevista:


‘What was the reasoning behind the cut this season? In the first episode of the season Jerry does it for a client who is on trial. He didn’t want to distract the jury on his appearance from the facts of the case. And just like on the show, we didn’t want the hair to distract from the characters and the stories on the show. We don’t want that to always be the talking point. We can get the point across that Jerry is a rogue and doesn’t conform to the system in other ways.’


Otros pelos. Otro país. La conversación de María Teresa Campos y Ana Rosa Quintana en el programa de ésta con motivo del último libro de aquélla ha sido mucho más aburrida que la primera (salvo por lo de la combinación, cuando Campos alababa ‘la combinación’ de colores del vestido suelto de Ana Rosa y Ana Rosa ha pensado que le decía que iba en combinación; sí mujer, en viso). Pero ha sido más divertida que cualquier otra promoción del libro durante el día (la que ha cogido por sorpresa a Campos en su propio programa a cargo de su Almodóvar de toda la vida o la entrevista que en Tal cual le ha hecho el príncipe de Beukelaer). Si en el encuentro de hace meses ya había mucho de impostado, en el de esta mañana las dos estaban como gustándose un montón y como conteniéndose lo mismo. Como si estuvieran a cada momento a punto de decir alguna barbaridad light para sonrojar huerfanitas (qué graciosas somos) pero amagando en el último momento. Ayyyyyyy.


 Campos ha vuelto con su leitmotiv (lo de la acusación eterna de marujeo y la ‘crítica desde el prejuicio’): ‘Hermida llenaba aquello de cien mujeres. Eran mucho más de marujas las mañanas de Hermida. Maruja me lo dijeron a mí, nunca se lo dijeron a Hermida… Esto me voy a arrepentir de haberlo dicho’.  Y tiene toda la razón.


También ha contado que cuando volvió en falso a trabajar después de la operación (y supongo que había empezado la radiación, porque ella no pronuncia las palabras cáncer o radiación) se quedó una mañana en la puerta del camerino: ‘Me puse malísima’. Y tuvieron que llamar a Yolanda Benítez para que saliera a hacer el programa. (Estaba pensando en Yolanda Benítez como mujer de Jon Sistiaga y en que debería hacer un post sobre parejas televisivas).


  No sé, si no se dieran tanta importancia (cada una a sí misma y respectivamente a la otra, o al menos esa es mi impresión, quizá falsa) daría mucho más gusto oírlas. Y soy fan de ambas, pero tampoco hace falta que lo diga. Yo las veo en el futuro presentando una especie de The View. De hecho, aunque no estuvieran de frente, me las imaginaba como si fueran co-hosts. Como si fueran Barbara Walters y Whoopi Goldberg (lo curioso es que veo más a Campos, que dice que no sabe cruzar las piernas, como Goldberg, aunque los ropajes anchos los llevara hoy la otra).

Hemeroteca
Rosa Belmonte el

Entradas más recientes