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Blogs Enciende y Vámonos por Rosa Belmonte

Quevedo en Tienes talento

Rosa Belmonte el


 


Un día, de pequeño, cayó con las piernas hacia arriba y tuvo el primer contacto con su don. Las imágenes más repetidas en los últimos días no han sido las de Karmele Marchante picoteada o arrastrándose por el barro en las pruebas (sus compañeros la van a matar por lastre). Son, claro, las del tipo con ‘un don‘. Y no el de resucitar muertos como el pavo de Pushing Daisies, el de tirarse pedos (¿y a nadie se le ha ocurrido hacer una serie con este planteamiento?). Desde que el domingo apareció en el casting no paran de repetirlo. Ya le decían sus amigos que tenía que ir a la tele a hacerse famoso (menudos amigos, tú).


 No tengo muy claro que esa habilidad sea necesariamente un talento (ni en español ni en inglés). Y en el caso de que lo fuera, ¿por qué cabeza puede pasar que tener ese don (así lo llamaba él, ‘un don sobrenatural, un arte, vamos’) sea motivo de orgullo? No sólo me tiro pedos sino que voy a salir en la tele para que toda España lo sepa. Qué orgullosa va a estar mi familia. Y además me voy a poner en una postura de todo menos digna. Con el culo en pompa, con un chándal que transpire y el micrófono a un palmo del suelo y a medio de Las gracias y desgracias del ojo del culo. Y encima, Josep Vicent, el tercer jurado, aguantándose y no dando al botón  que acabaría con la penosa actuación mientras Natalia Millán y Hombre G no daban crédito. Por cierto, menuda cagada sustituir a David Summers por Miki Puig (otra vez estamos en lo mismo, para un trío juradil que era nuevo…).


 El programa es un coñazo, como el de Telecinco. Aunque la cara sonriente de Natalia Millán es la mejor cara sonriente de toda la tele (rivalizando con los hoyuelos de Sidney Bristow) y la única razón para verlo que se me ocurre. Antes, lo que más me gustaba de Natalia eran sus brazos, ahora he puesto los cuernos a los brazos de bailarina por la sonrisa. Y en Tienes talento se va a hinchar a sonreir.

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Rosa Belmonte el

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