Dejando a Chikilicuatre aparte, lo digo ya: para que ganen los sosainas redomados de Serbia o Rusia (que tendrá junto a su cantante al campeón Evgeni Plushenko ¡patinando sobre hielo! en un pie de pava) que gane la ucraniana. Showgirls es Historia de una monja al lado de lo suyo. Tan tonto y tan divertido.
Vale que su canción es una miércola del tamaño de un camión y vale que ha tomado a Madonna de faro, pero la chica le pone ganas, tiene un armario con espejos del que le salen hombres y se mueve como si le fuera la vida en ello. Y la gente se vuelve loca. En el ensayo general en el Belgrado Arena tenía detrás a un periodista ucraniano que agitaba como un poseso su bandera y no paraba de jalear a su compatriota. Tuve que echarme para delante porque el tío me daba con las piernas en la cabeza. Cómo sería el chaval de fogoso que el reportero de CQC, que lo había visto, lo llamó para entrevistarlo. Esto es una guerra de puestas en escena, a ver quién hace la cosa más rara (así que el chiste privado que llevamos nosotros como que no se pilla por muchos).
Viendo el escenario y el montaje general, una no puede menos que pensar que menudo desperdicio. Un escenario circular de 25 metros de diámetro, tres niveles, 500 luces robotizadas sobre el escenario, 20 cámaras en general y 14 sobre el escenario. Y hay que verlo. Lo dicho, una lástima. Total, para que salga el gritón castrati ese de Azerbayán vestido de ángel a hacer el tonto (pero en serio, lo que lo diferencia de nuestro chiki). Por lo demás, llevo unos días sin hablar de Kosovo y Metohija, según la recomendación recibida por la organización (claro, que si no he hablado de Metohija en mi vida no voy a venir aquí a hacerlo para que me hagan una limpieza de cutis étnico). La hoja también avisa de que besos y arrumacos en público entre personas del mismo sexo pueden provocar reacciones indeseadas de la gente. Debieron de pensar que se les echaba encima el Europride. Que sí, pero no.
Dejando de un lado las actuaciones, del ensayo general lo más divertido fue la pareja que se encargará del backstage. Por ensayarlo todo, ensayaron hasta las entrevistas a los concursantes mientras se celebra la votación. Se sentaban el los sofás blancos y entrevistaban (que le ponían el micrófono, vaya) a nadie. Entrevistaban al sofá. Seguramente tendrá cosas más importantes que decir que muchos. Dejando a un lado las actuaciones y los sofás entrevistados, sólo decir que Fran Perea es una especie de ídolo por aquí por el pase repetido de Los Serrano.
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