Rosa Belmonte el 19 ene, 2007 Como alguien que compra más deuvedés de series de televisión de los que va a poder ver en su vida, a no ser que no tuviera otra cosa que hacer y dejara de dormir, me tocan mucho las narices los anuncios que ahora nos cascan. O sea, ya no es lo de Advertencia o el molón letrero del FBI cuando la serie la has comprado fuera, ahora hay un anuncio. Que si no robas coches ni bolsos ni teléfonos móviles ni pelÃculas en el videoclub (y usted qué sabe) tampoco lo hagas con otras cosas. Que el tráfico de pelÃculas pirateadas es un delito, que robar es ilegal (gracias, no lo sabÃa), que la piraterÃa es un delito y que ahora la ley actúa. Pues váyanse ustedes a decÃrselo a quien piratee pelÃculas no a quien compra deuvedés. Que esta es otra, que en el anuncio siempre hablan de pelÃculas nunca de series. Que yo no soy el target, listos, que se vayan a dar por saco a otros porque con tanta tonterÃa nos quitan las ganas de gastarnos el dinero en esas cosas que podrÃamos conseguir con unos cuantos clicks. Y mucho antes. Dejo por aquà la columna de hoy sobre AnatomÃa de Grey (sobre la tercera temporada que empezó en Fox), esa serie cuyos mangantes decidieron que la segunda temporada debÃa venderse en dos partes y cobrar por las dos, como en su dÃa se hizo con la sexta de Sexo en NY. Que chorizos hay en todos sitios. Mira, otra razón para mirar al Señor P2P. Hemeroteca Comentarios Rosa Belmonte el 19 ene, 2007