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Blogs Enciende y Vámonos por Rosa Belmonte

Miedo, tengo miedo

Rosa Belmonte el


QUIEN LO HAYA GRABADO O PIENSE VERLO QUE NO LEA PORQUE TIENE SPOILERS, O SEA, QUE REVIENTO PARTE DE LA TRAMA


Cuando algo se deja para el viernes casi de madrugada es que no interesa demasiado. Telecinco ha dado lugar a que Películas para no dormir saliera antes en DVD (con Vientos de agua por lo menos hizo un intento). Pues bien, a mí no me ha disgustado esta primera entrega de Álex de la Iglesia titulada La habitación del niño. De lo mejorcito de la cadena en ficción nacional. Sí, ya sé que esto tampoco es decir mucho.


Vale que la historia no es demasiado original (una pareja joven que se va a vivir a una casa vieja y grande), que Álex de la Iglesia y Jorge Guericaechevarria se meten en un jardín difícil de transitar con lo del universo paralelo y la paradoja de Schrödinger que suelta el personaje de Sancho Gracia (un desperdicio, igual que el de Terele Pávez). O que no se entiende muy bien qué pinta la vieja (Asquerino) ni tampoco el sentido de  las escenas del principio (aunque el niño tragado es una imagen impactante).


Pero también es cierto que acojona.  Claro, que yo ya habría dado un brinco la primera vez que María Asquerino se aparece  en la calle a Javier Gutiérrez (el hermano de Lourditas en Los Serrano). Y él, tan pancho. Y está la escena de la escalera (entre Muertos de risa y La guerra de los Rose) y el homenaje a  El resplandor (por el tío que se vuelve contra su familia y por ese plano con la cara de Javier Gutiérrez asomando por la puerta entrecerrada). Y está Leonor Watling (que además enseña las peras). Es seguro que no estamos ante el Jack Clayton de Los Inocentes (que da mucho cague) ni tampoco ante Galería Nocturna, antigua serie de la que Álex de la Iglesia es tan fan, pero, qué demonios, si se trata de dar miedo, La habitación del niño lo da. Ahora, me temo que el final no lo he entendido muy bien. De la paradoja del gato de las narices ni hablamos.


(Supongo que el telefilme tenía títulos de crédito al final, pero, tras aparecer los nombres de Javier Gutiérrez y Leonor Watling, fueron abducidos y seguramente llevados a ese mundo paralelo que guarda todos los créditos abruptamente cortados y  no emitidos.)

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