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Blogs Enciende y Vámonos por Rosa Belmonte

Menos mal que está Raphael

Rosa Belmonte el


Todavía no le he encontrado la gracia a Camera Café, y eso que lo he intentado. No es que los oficinistas no me interesen por principio (que no me interesan, como tampoco los médicos o los periodistas), pero me temo que tampoco por final. Tirando a dar, también del ámbito de la oficina, en este caso se trata de una compañía de seguros, tiene a su favor La canción del trabajo de Raphael en la cabecera (su nuera, Tony Acosta, también sale, en la cabecera y dentro de la serie). Y para de contar. Bueno, no es horrible pero sí prescindible. La audiencia no es siempre indicativa (en realidad casi nunca) de la calidad de algo, pero esta vez no ha picado. Por hablar de los últimos estrenos, Con dos tacones es mucho más ingeniosa y mucho más burra en sus diálogos. Tirando a dar es de Neovisión, una nueva productora y sus guionistas han pasado por Aquí no hay quien viva, Motivos Personales o Periodistas. Demonios, yo no pondría eso en mi currículo como si fuera una gran cosota. Hombre, que no vienen de Frasier o Seinfeld.  Algo sí tiene en común con Periodistas: los libros de jurisprudencia colocados en despachos de quien no los va a utilizar nunca. El tipo de contabilidad tenía unos tomos sueltos. Yo es que veo el Aranzadi  en una serie que no es de abogados o jueces y ya le retiro el saludo y hasta el eructo (todavía recuerdo la casa de Pepón Nieto y Esther Arroyo con los ejemplares en la estantería, o el día en que Amparo Larrañaga fue al ginecólogo y el tío también tenía la colección de jurisprudencia). En cuanto a los diálogos, no son tan lanzadera de chistes como 7 vidas, aunque lleva camino: “Pero si la última vez que salí fue para celebrar el Oscar de Garci”. Ay, que me meo. El problema es que no tienen gracia (o será que a mí no me la hacen, claro). Por regla general, los actores, incluso en las series espantosas (que no digo que esta lo sea), siempre son lo mejor. Y ésta no es una excepción (aunque tenga sus excepciones). Ah, y Fernando Guillén Cuervo se ha escapado de Emilio ya no vive solo (bueno, Javier). Parece la misma persona. Ignoro si Unespa se ha vuelto a quejar (un premio para ellos por el surrealismo de hacerlo antes de ver la serie) pero  no creo que tenga motivos. Los que podemos quejarnos somos los telespectadores. Y, además, a qué viene poner Tirando a dar los domingos a esa hora si Aída vuelve el 7 de mayo. Lo de enganchar al personal no ha salido bien. Dos semanas ahí y luego Dios sabe.

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