Con los últimos estrenos de programas de plató (la televisión que tengo que ver) se me había ido quedando atrás la última entrega de Principal sospechoso (la televisión que me gusta ver), que emitió Canal Plus y de la que al fin pude atiborrarme el fin de semana pasado. Lógicamente renové mis votos por Helen Mirren, cosa de la que, por otro lado, no había necesidad. Una serie de 10, sin cancioncitas melosas ni gente guapa. Con la grata vuelta de Tom Bell (que murió dos semanas antes de la emisión y a quien van dedicados estos episodios).
Me faltó hacer genuflexiones delante de la tele y besar el mando cada vez que tenía que parar la serie porque alguien me llamaba por teléfono (igual que de pequeñas besábamos el pan que tirábamos en el recreo). Me gusta tanto Helen Mirren que he ido al cine a ver cosas como Secuestrando a la Srta. Tingle como hace mil años iba a ver las películas de las Ángeles de Charlie. Y esas sí que eran la bomba, sobre todo las de Kate Jackson. Por lo menos Farrah Fawcett trabajó con Stanley Donnen en Saturno 3 (y con Kirk Douglas y Harvey Keitel). Principal Sospechoso es una miniserie, pero lo es cada temporada. Hasta la quinta se rodaba cada ocho meses. Pero la Mirren abandonó porque no quería encasillarse en el papel de Jane Tennison. Amos, anda. Volvió seis años después (2003) para la sexta. Y tres años más tarde para el caso final (para el que parece que le han pagado 1.350.000 dólares).
En realidad, vistas las siete temporadas, se puede decir que es una especie aparte, algo así como una serie fija discontinua. Ahora ha llegado, de verdad verdadera, a su final. Jane Tennison se ha jubilado. Hombre, siempre podría volver como detective privado tipo Miss Marple o Jessica Fletcher. Pero no. Después de disfrutar de esta maravilla de la gran televisión británica fuera del mainstream me quedé con ganas de más así que cogí los deuvedés y vi la primera temporada. Tennison ha evolucionado. Empezó Principal sospechoso fumando como una carretera en 1991 y ha acabado bebiendo como una cosaca (el padre de Mirren, por eso tiene cara de rusa, era un coronel zarista). Por cierto, qué mal ha hecho la digitalización en nuestras vidas. Después de la magnífica calidad de la imagen de Canal Plus, irse a un deuvedé es deprimente, quién lo iba a decir.
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