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Encontrando a Debra Winger

Rosa Belmonte el


 


Si Allyson Janney es razón más que suficiente para ver Perdidos, Debra Winger lo es para tragarse En terapia. La próxima temporada de la serie de la HBO va a contar con ella como una de las pacientes de Gabriel Byrne (ya sólo queda que un día lo sea su ex, Ellen Barkin, y los mitómanos estaremos contentos). Como el gretagarbismo que Rossana Arquette filmó en Searching for Debra Winger no afectó del todo a Debra Winger, últimamente se la ha vuelto a ver. En el cine, como madre de Anne Hathaway en La boda de Rachel (película con señoras ultratelevisivas, como Rosemarie DeWitt, de Mad Men y United States of Tara, y la gran Anna Deavere Smith, de El ala oeste). En la tele, en un episodio de Ley y orden que se emitió en marzo.


 Y ahora vuelve como regular. Incluso más regular de lo que lo fue en Wonder Woman, su trabajo televisivo más recordado, pese a que sólo participó en tres episodios. Era Drusilla, la hermana de Linda Carter y, ambas, hijas de Carolyn Jones, la Morticia de La famila Adams y la Myrna Clegg, pero qué mala, de Capitolio, durante la que murió (recuerdo haber estado superenganchada a Capitolio, que eggs).  Aunque como Wonder Girl sólo hubiera estado tres capítulos en la serie, su presencia pequeñita ante Linda Carter ha permanecido durante años en el imaginario de quienes han crecido viendo al tele. Es muy grande Debra Winger con esas bragazas. Bueno, Debra Winger es muy grande de cualquier forma. Tengo debilidad por ella, claro.


También la tengo por Bea la Legionaria, aunque esta debilidad  se encuentra en el hemisferio petardo de mi cerebro. Y si no fuera suficiente con ella sola (‘con una caña y un machete me hago yo un chalete’), nos hemos encontrado con el dúo improvisado que forma con Beatriz Trapote en Supervivientes. Enlazo aquí lo que he escrito del estreno del jueves (aparece sin firmar pero juro que es mío). Y añado el vídeo de las nominaciones con su mejor actuación. Es cortito pero lo bueno viene a parir de los doce segundos. Véase la cara de sufrimiento que tiene la Legionaria hasta que la Trapote dice la mucha pena que le da nominar a Consuelo Berlanga, momento en que la otra se viene arriba. Espero que duren mucho las dos.

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