Mucho me cuidaré yo de quitar una coma a Miguel Delibes (nadie se ha atrevido a borrar la que va delante del paréntesis en su artículo; claro, que lo mismo es algún experimento tipo La parábola del náufrago). Tampoco voy a discutir si tiene razón o no. Ahora bien, que de todo lo que hay en la tele (en la sección cómicos o en cualquier otra) le haya ido a caer el cachiporrazo a Santiago Segura tiene narices (no vi el programa pero por lo que he leído me lo imagino y confieso que estoy deseando echarle un vistazo a ese tipo que canta lo de “Benidorm, te sobra la eme”).
Quiero decir (ya que habla del sucio nivel de degradación actual), ¿ha visto Delibes El buscador? ¿Ha visto Díselo a Jordi? ¿Ha visto Sábado Dolce Vita? ¿Ha visto DEC? ¿Ha visto Cambio radical? ¿Y En Antena? Y si sólo se refiere a los cómicos, ¿ha visto a Curry Valenzuela o a María Antonia Iglesias? Bueno, no sé, si se refiere sólo a los cómicos, la verdad es que no se me ocurren más cómicos. Si su reflexión no fueran unas cuantas líneas imagino que habría que emparentarla con las telefóbicas de Pierre Bordieu y Giovanni Sartori, pero los tiros de su minitexto no van por ahí.
Me da la impresión de que lo que ha escrito va a misa porque lo ha escrito Miguel Delibes y porque es perfectamente razonable (siempre que no hagamos televisión comparada) pero que también es algo que se ve de la misma forma en que se leen rarezas como Lo que está mal en el mundo de Chesterton o La sociedad del espectáculo de Guy Debord.
Lo siento, pero me ha venido a la cabeza Aznar cuando criticó la televisión (a la vez que se emitía Hotel Glam) en una entrevista con Luis del Olmo. Cuando habló de “gente que no se sabe quién es, de dónde ha salido, contando miserias, insultándose de manera más descarnada, aireando todo tipo de intimidades”. Y enseguida Malena Gracia y Yola Berrocal se sintieron aludidas, pese a que el entonces presidente del Gobierno no había nombrado programa alguno. “Somos personas normales y corrientes”, decía Malena. Ahora habrá que ver qué dice Santiago Segura el próximo martes. Lo mismo está orgulloso de que Delibes haya visto su programa (¿qué demonios hacía el escritor viendo Sabías a lo que venías?) y de que conozca su nombre.
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