ABC
| Registro
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizABC
Blogs Protocolo y etiqueta por Maira Álvarez

Carlos Fuente: Protocolo en la entrega de premios ABC 2015

Maira Álvarez el

  Hoy tengo la suerte de compartir con vosotros un texto de uno de los mayores expertos de protocolo que hay en nuestro país. Carlos Fuente es el Vicepresidente de la Asociación Española de Protocolo y Director del Instituto Universitario de Protocolo de la Universidad Camilo J. Cela. Fuente escribe un blog que os recomiendo vivamente si os interesa saber mas de protocolo institucional y oficial. Su web es www.carlosfuente.es

Carlos Fuente ha escrito una entrada en su blog analizando los aspectos protocolarios de la entrega de los Premios Cavia que concedió este diario la semana pasada y al que asistieron Sus Majestades los Reyes. Espero que lo disfrutéis y os deis cuenta de esos pequeños detalles que normalmente pasan desapercibidos y que son la preocupación y el disfrute de los que amamos esta profesión.

 

“Los eventos empresariales suelen enseñarnos muchas cosas que debieran ser perfectamente aplicables al sector oficial, a los actos que organizan las instituciones del Estado, comunidades autónomas y entidades locales. En numerosas ocasiones se ha apelado a que el protocolo empresarial, más allá de los grandes eventos corporativos que siguen otras pautas más relacionadas con la psicología, el marketing y la comunicación empresarial (interna y externa), se apoya mucho en las técnicas que se aplican en los organismos públicos. Afortunadamente cada día menos. Tratan ahora de mostrar su verdadera cara, alejándose del protocolo oficial y reivindicando su propia carta de naturaleza en este campo, sin que suponga renunciar al correcto idóneo tratamiento a los preceptos oficiales cuando concurren autoridades del Estado.

Podríamos hablar de numerosos ejemplos que a lo largo de los últimos años hemos venido siguiendo con especial interés, pero por recurrir al último de cierta trascendencia vamos a referirnos a la entrega de los Premios ABC, perteneciente al grupo Vocento. En concreto vamos a llamar la atención en diferentes cuestiones que aportan aspectos positivos a la organización de eventos empresariales a los que acuden representaciones oficiales.

El pasado día 10 de diciembre, el periódico que preside Catalina Luca de Tena, entregaba su casi centenario Premio Mariano de Cavia (creado en 1920) al popular periodista Carlos Herrera, y los Premios Luca de Tena (1929) a Miguel Enrique Otero y Mingote (1966) a Javier Barcáiztegui “Barca”, estos dos últimos galardones patrocinados por la empresa Ferrovial. Cada uno de ellos está dotado con diez mil euros. Un total de 200 invitados estuvieron presentes, procedentes del mundo de la política, la cultura, el periodismo y la empresa. Presidieron el acto los reyes de España, Felipe VI y Letizia Ortiz.

SALUDO A LAS PRIMERAS AUTORIDADES.

SALUDO A LOS GALARDONADOS.

El recibimiento

Como debe ser, los Reyes fueron recibidos a pie de coche por la presidenta del Periódico, Catalina Luca de Tena, el presidente del Grupo Vocento, Santiago Bergareche, y el director del ABC, Bieto Rubido. Ya en el interior, saludaron el Presidente del Tribunal Constitucional, la vicepresidenta del Gobierno y el Ministro de Educación, Cultura y Deportes, miembro del Jurado que presidió el Director de la Real Academia Española, Darío Villanueva. Ya en una tercera línea de saludo, delante del Photocall estaban el patrocinador (Presidente de Ferrovial)y el Director de la RAE (como presidente del jurado) y los tres galardonados, momento en que se hizo la foto de familia en un protocolo más o menos improvisado cuyo resultado final fue el siguiente:

LOS REYES, A SU LLEGADA A LA CASA DE ABC, ACOMPAÑADOS, DE IZQUIERDA A DERECHA, POR SANTIAGO BERGARECHE, PRESIDENTE DE VOCENTO, CATALINA LUCA DE TENA, PRESIDENTA-EDITORA DE ABC; MIGUEL HENRIQUE OTERO, PREMIO LUCA DE TENA; CARLOS HERRERA, PREMIO MARIANO DE CAVIA; RAFAEL DEL PINO, PRESIDENTE DE FERROVIAL, EMPRESA PATROCINADORA DE LOS GALARDONES DE ABC; JAVIER BARCÁIZTEGUI, PREMIO MINGOTE, Y DARÍO VILLANUEVA, DIRECTOR DE LA RAE.

En un acto de carácter oficial, un recibimiento de estas características hubiera tenido difícil aceptación por parte de las altas autoridades (y lo que digo es aplicable a cualquier de los tres niveles de la Administración). Los representantes públicos institucionales hubieran exigido recibir a pie de coche en la llamada primera línea de saludo, para dar paso a la segunda donde se situarían los anfitriones del evento. En este caso, con un total acierto, las principales autoridades tuvieron que conformarse con un sencillo saludo de cortesía sin apenas mayor protagonismo. Porque así debía ser. El protagonismo de este evento no hay que quitárselo nunca a quien convocan el premio y a quienes lo reciben, ni tampoco a quien lo posibilitan, patrocinador y jurado. El saludo a las autoridades es una mera cortesía obligada en una posición de cierto privilegio pero sin “robar” protagonismo. Es una fórmula ésta que defiende con bastante acierto los servicios de protocolo de la Casa de Su Majestad, que desde la llegada de su nuevo jefe, Alfredo Martínez, ha sabido darle otro aire más actual al protocolo de la Casa Real española, “batalla” en la que no siempre, por cierto, encuentra la colaboración institucional necesaria.

Los detalles en las mesas

Otro buen ejemplo de lo que es dar respuesta mediante un buen protocolo a los objetivos de un evento, lo tenemos en la mesa presidencial. Tras una copa de bienvenida en la que los Reyes, anfitriones y premiados departieron con los distinguidos invitados, todos ellos pasaron a la Biblioteca (una reproducción exacta de la existente en la mítica Casa de ABC de la Calle de Serrano) donde se celebró la cena previa a la entrega de las distinciones. Poco más de una veintena de mesas en las que llamaron la atención dos cuestiones que hablan de por sí de la importancia de los gestos y símbolos en eventos de estas características:

  1. El centro de cada mesa no eran flores al uso –elemento al que se recurre cuando apenas se echa imaginación a la puesta en escena en estos banquetes-, sino flores forradas con papel de periódico, pero no de un día cualquiera, sino del ejemplar que recogía la concesión de los Cavia a los tres últimos premiados.
  2. Las mesas estaban bautizadas con los nombres de algunos de los galardonados en las 95 ediciones de estos premios. Don Felipe y Doña Letizia ocuparon la mesa presidencial, llamada Mariano de Cavia, y enseguida “les llamó la atención el ABC en tamaño de bolsillo y de 20 páginas que aguardaba sobre los platos”, según recoge en su crónica el diario. Se trataba de una agenda de mano que incluía, entre otros elementos de interés, información sobre los premiados y el acta del jurado con una fotografía de los miembros tomada en el despacho del fundador de ABC junto a un busto del Rey Alfonso XIII. También ofrecía fotos históricas de los Cavia e incluso una sopa de letras, con los nombres de los premiados, y el menú que se sirvió en la cena (crema de verduras del tiempo con crujiente de jamón, pularda navideña con manzana y pasas, y biscuit helado de turrón con salsa de Jijona y frutas rojas). Los Reyes estuvieron ojeando estos manuales con curiosidad, al igual que el resto de invitados.

Sendos aciertos que luego se unieron a un buen protocolo de distribución de invitados, donde prevaleció la mezcla de personalidades, distribuyéndose autoridades y políticos entre representantes de la cultura, el periodismo y los empresarios. Una fórmula esta conocida como protocolo mixto o sistema de peinado, basado más que en un criterio de cercanía o de precedencia, en lo que hoy más cuenta: “quién al lado de quién”. Porque al final en un evento de estas características, los invitados ya no miran tanto si están en la mesa 10 ó 15 (en un banquete de esta dimensiones medias), sino con quien están en dicha mesa. Eso requiere profesionales que sepan más allá de la mera aplicación de precedencias.

Protocolo para la mesa presidencial

Lo que más nos gustó es el acierto en el protocolo de la mesa presidencial. Muy estudiado y equilibrado, donde las autoridades no tomaron el siempre exigido puesto de precedencia sobre cualquiera. Reyes, como invitados de honor, anfitriones y premiados tomaron el protagonismo principal de la mesa, aunque entre ellos ocuparon asiento el Presidente del Tribunal Constitucional y la Vicepresidenta del Gobierno. El resto de cargos políticos se distribuyeron por el resto de mesas.

Los Reyes presidieron (don Felipe a la derecha y doña Letizia a la izquierda). La anfitriona, como debe ser en estos casos, al lado del Jefe del Estado, y a la izquierda de la Reina un premiado, que en esta ocasión no fue al azar Carlos Herrera por ser más popular o famoso, sino por haber recibido el premio de mayor prestigio de los tres y el más antiguo, el Mariano de Cavia. Los otros dos premiados se fueron repartiendo en la mesa, pero siempre acompañados de algún cargo de relevancia bien del Grupo Vocento o bien del periódico ABC, dando un puesto preferencial al patrocinador (al otro lado de Herrera), situado por delante de la mismísima Vicepresidenta del Gobierno. Un cuidado protocolo de esos que merecen ser destacados y felicitar a los profesionales que por parte de ABC se encargaron de organizar este evento.

Valorando todos estos detalles, a uno no le cabe la menor duda de que hoy por hoy el nuevo protocolo de la Casa de S.M. y el pujante sentido del criterio idóneo que adoptan las empresas para no dejarse arrastrar por la presencia de autoridades (y especialmente en días de campaña electoral) están marcando pautas novedosas que alcanzan a determinados centros de referencia, sin que con ello queramos decir que algunas instituciones o empresas apliquen ya en esta línea desde hace tiempo, pero no con dificultades.

Al margen de las técnicas y normativas vigentes, ¿tiene algún sentido que los Reyes acudan a una cena de estas características y se vean literalmente atrapados entre autoridades? Eso lo vemos muy habitualmente. Los Reyes acuden a presidir un evento que organiza ABC para homenajear a tres destacadas personalidades del periodismo. Pues anfitriones y galardonados son los que deben tener la precedencia, aunque ello no haga olvidar el trato adecuado (pero ajustado a la finalidad del acto) a las autoridades que en otro tipo de evento obligarían a ocupar posiciones más adelantadas.

El buen protocolo, aliado del acierto

Todo un conjunto de detalles que representa de alguna manera el nuevo protocolo a aplicar en los eventos empresariales (y por qué no en los oficiales también). Un evento es la suma de muchas cosas que hay que ejecutar. Entre ellas el protocolo, que marca procedimiento y ordenamiento. Además se aplican otras disciplinas que son igual de necesarias, como ese conjunto de detalles que hemos de asociarlos a la producción escénica o puesta en escena, a la comunicación y el marketing y relaciones institucionales de la empresa. Si solo manda el protocolo como tal entendido, el evento no hubiera tenido el mismo éxito. Cuando se aplica adecuadamente y con flexibilidad y adaptación, se convierte en el mejor aliado del acierto.

Y el detalle final. Tras la cena, los Reyes se encontraron con la portada del periódico al día siguiente en formato electrónico. Un buen final.”

 

Mil gracias, Carlos

 

Sin categoría

Tags

Maira Álvarez el

Entradas más recientes