Hago hoy mío el títular de ABC en su página web de ayer, tras conocerse los resultados de las elecciones generales: España, sin gobierno. Esta es para mí la lectura más acertada de lo que sucedió ayer en nuestro país.
El PP ha ganado las elecciones generales con 123 escaños, pero no va a poder gobernar. A lo sumo Mariano Rajoy sería investido presidente del Gobierno en una segunda vuelta con mayoría simple, si se abstiene el PSOE. Pero tendrá muchas dificultades para sacar sus leyes en el Congreso, ya que la falta de una mayoría absoluta estable permitirá que la izquierda bloquee un día sí y otro también los proyectos legislativos que envíe a la Cámara para su tramitación.
Se habla mucho de diálogo, de tender la mano, pero para mí que la izquierda radical que representa Pablo Iglesias con 69 escaños, ERC con 9, Izquierda Unida con 2 y Bildu con 2; sumados a los 90 del PSOE, harán lo imposible por hundir al Partido Popular y a Mariano Rajoy. A ninguno de ellos le interesa que Rajoy consolide su Gobierno y querrán dar una imagen de un centro derecha incapaz de gobernar con duras críticas a su falta de talante para el diálogo y los pactos.
La única salida será un nueva convocatoria electoral en el horizonte de un año, justo el tiempo de vigencia de los Presupuestos Generales del Estado que Rajoy, con mucho acierto, quiso dejar aprobados antes de convocar las elecciones para intentar dar estabilidad al país, al menos durante un año. Unos nuevos presupuestos para 2017 es una quimera. Por ello, yo le doy un año de vida a un hipotético nuevo Gobierno del PP.
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