Alicia Sánchez-Camacho ha conseguido por fin que le aparten el amargo cáliz de tener que volver a a encabezar la lista del PP en unas elecciones autonómicas en Cataluña. Habiendo sido la dirigente popular que mejores resultados ha obtenido en unos comicios catalanes, no podÃa terminar siendo la que llevó al desastre a esta formación polÃtica. Las encuestas le auguraban un pésimo resultado.
Hubiera sido un final muy injusto para quien ha dado la cara en la etapa más dura de la polÃtica en Cataluña, haciendo frente al desafÃo independentista desde las filas del Partido Popular.
Sánchez-Camacho hacÃa mucho tiempo que querÃa cerrar esta etapa. Nunca lo ocultó, pero siempre se mantuvo leal al presidente Rajoy al que en más de una ocasión le transmitió su cansancio y su deseo de ser relevada en esta responsabilidad.
Quizás el momento elegido no es el más adecuado. A dos meses de celebrarse unas elecciones trascendentales para el futuro de Cataluña, el Partido Popular parece que no tenÃa preparada una alternativa y confiaba en poder convencer a Sánchez-Camacho para continuar en el puesto.
Pero la realidad polÃtica en Cataluña hace necesaria la presencia de un candidato más duro para hacer frente al órdago de Mas. A estas alturas del debate polÃtico, la ciudadanÃa que rechaza la independencia necesita tener referentes de la solidez y la contundencia de Xavier GarcÃa Albiol, el exalcalde de Badalona, que se enfrenta sin complejos y sin tibieza a los emvites de Artur Mas.
Polémicas han sido sus declaraciones contra la inmigración y la inseguridad que generaba entre la población. Pero su discurso es el de un «gladiator» dispuesto a lanzarse al ruedo y plantar cara a Artur Mas, sin arrugarse y sin mover la figura.
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