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Nervios diplomáticos

Luis Ayllón el

Seis semanas después de que José Manuel García-Margallo tomara posesión de su cargo, sólo ha sido nombrado un embajador: el representante permanente de España ante la Unión Europea. García-Margallo se está tomando tiempo para hacer relevos en las Embajadas de la misma manera que ha ido formando poco a poco su equipo de secretarios de Estado y directores generales en el Ministerio. Pero el ritmo impuesto por el ministro está poniendo de los nervios a algunos diplomáticos que, con el cambio, confían en pasar a ocupar alguna jefatura de misión. Cada vez que se produce una toma de posesión de algún nuevo alto cargo, se disparan los rumores sobre quiénes pueden ser nombrados embajadores.

 

Lo que se ha descartado ya es una salida masiva de los numerosos diplomáticos nombrados embajadores en el último año de Gobierno del PSOE, algo que molestó de manera especial a los dirigentes del PP en la calle Génova. La contención obedece, en buena medida, a que no hay dinero para hacer tanto traslado como exigirían los cambios. Además, se piensa que algunos de los nombrados son buenos profesionales que pueden continuar desarrollando su tarea por más tiempo y que hubieran podido ser igualmente designados embajadores por el nuevo Gobierno.

 

Aunque desde algunos sectores se pide una reacción más dura a la maniobra socialista, no parece que haya afán de “vendetta”. Eso no excluye, sin embargo, que se produzcan algunos relevos “ejemplarizantes” en casos en los que el favoritismo ha sido bastante clamoroso. Y se dan por seguras las salidas de embajadores que ocupan ya sus puestos durante más de tres años y no son diplomáticos, como el ex diputados socialista Rafael Estrella, en Buenos Aires o el que fuera jefe de Gabinete de Moratinos Javier Sancho, en la OEA.

 

De cualquier modo, se espera que a partir de la próxima semana, empiecen ya a conocerse nombres de futuros embajadores, al menos en destinos considerados claves, como Washington (al que aspira Gustavo de Arístegui y también algún político), Londres (con varios aspirantes de peso), Lisboa (se habla de Eduardo Gutiérrez, aunque podría tener otro destino), Rabat (donde también podría seguir Alberto Navarro, que lleva poco más de un año), Naciones Unidas (con Javier Rupérez como principal candidato, aunque no el único), la OTAN (suena con fuerza el ex subsecretario José Carvajal) o Berlín (se apunta el nombre de Pablo García-Berdoy).  En París, al parecer, podría seguir durante algún tiempo Carlos Bastarreche. Para todos ellos, la opinión de Moncloa puede ser determinante.

 

Por ahora, en fin, todo son especulaciones y, pese a que, como suele ocurrir en estas situaciones, el subsecretario, Rafael Mendívil, es una de las personas más solicitadas en el Ministerio, no se han adoptado decisiones definitivas ni hay ningún plácet pedido. El nerviosismo, pues tendrá que continuar durante algún tiempo.

 

Asuntos Exteriores
Luis Ayllón el

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