Todo estaba preparado para la visita de Estado de los Reyes de España a Marruecos el 9 al 11 de este mes. El viaje no había sido anunciado oficialmente, pero todos en España y en Marruecos trabajaban preparando el programa de actos.
Medios de comunicación muy próximos a la Casa Real marroquí, como el diario digital ‘Le 360’ habían confirmado hace tiempo las fechas y en Zarzuela todo estaba listo para llevar a cabo el viaje.
Iba a ser la primera visita de Estado de Don Felipe y Doña Letizia a Marruecos, a donde ya habían acudido en un viaje de cortesía, tras acceder a la Corona en verano de 2014. Era una visita largo tiempo esperada y buscada por Marruecos, en un momento en el que no hay grandes tensiones entre los dos vecinos. Al contrario, la cooperación en materia de lucha contra el terrorismo yihadista nunca ha sido tan estrecha y fructífera.
Hay ciertamente preocupación por el incremento en la llegada de inmigrantes irregulares desde las costas de Marruecos, pero el Gobierno español se ha cuidado mucho de señalar como culpables a las autoridades marroquíes, que en los últimos años habían sido muy eficaces frenando las salidas.
Desde el punto de vista económico, la relación es fuerte. Hay unas mil empresas españolas trabajando en el país magrebí. Unos 150 altos directivos de empresas españolas tenían ya sus billetes y reservas hoteleras para participar, el día 10 en Casablanca, en un macroforo empresarial, al que se unirían otro medio centenar de hombres de negocio españoles que residen en Marruecos y unos 400 empresarios marroquíes. En la inauguración se esperaba al Rey Felipe VI y además se había programado para ese mismo día la puesta de largo del importante ‘Consejo Económico Marruecos España’, contando con el Alto Patronazgo de Mohamed VI y con la presencia de éste.
Todo eso se ha venido abajo, a sólo seis días del comienzo de la visita, por una decisión del monarca alauí, que, al parecer, no estará en esas fechas en Marruecos. La explicación oficial que se da es que el aplazamiento hasta marzo de la visita se debe a problemas de agenda. Nadie lo especifica, pero la agenda con problemas es la de Mohamed VI, que, según algunas fuentes, habría decidido quedarse un tiempo más en Gabón, donde comenzó una visita el pasado 29 de diciembre.
Desgraciadamente, no son excepcionales este tipo de actuaciones de Mohamed VI, que tiene una gran afición a pasar largas temporadas fuera de su país, no sólo por razones oficiales, sino también por motivos personales, turísticos y, en alguna ocasión, médicos, como el pasado mes de septiembre cuando se sometió, en París, a una pequeña intervención quirúrgica en un ojo. En los últimos tiempos es frecuente que alguien cuelgue en las redes sociales alguna foto del Monarca vistiendo de manera desenfadada en alguna ciudad fuera de Marruecos.
Ninguna autoridad española lo reconocerá públicamente, pero es obvio que la decisión de Mohamed VI no ha resultado muy agradable, sobre todo por el momento en que se ha tomado. España, que no es el único país que ha sufrido la imprevisibilidad del rey de Marruecos quiere evitar que las relaciones con el vecinos del sur se enturbien, pero habría que reclamarle al monarca algo más de seriedad y respeto.
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