Juventud rebelde para Cuba
Ya puede uno estar tranquilo. El régimen cubano se rejuvenece. El Partido Comunista, tras haber preparado concienzudamente su Congreso en medio de grandes debates, ha decidido adaptarse a los nuevos tiempos y ha aceptado la renuncia de su primer secretario. Fidel Castro, el heroico comandante revolucionario, convertido hoy en un enfermo andante en chándal, ha decidido dejar el cargo a los 84 años edad. Su hermano Raúl, sin necesidad de primarias, es el sustituto. Tiene 79 años, cinco menos que Fidel. Y por si fuera poco, el segundo secretario será José Ramón Machado Ventura, de 80 años. Savia nueva. Lo que Cuba necesita. Juventud rebelde. Esto es lo que se llama un partido con futuro.
Dado el ímpetu propio de la juventud, a los nuevos máximos dirigentes habrá que frenarlos a la hora de acometer las reformas que reclama el pueblo cubano. Eso sí, como ha dicho el propio Raúl, que nadie piense que se va a permitir el regreso del nocivo régimen capitalista. Nada de eso. Lo que hay que hacer es defender, preservar y perfeccionar el socialismo revolucionario, que, por lo visto, durante más de cincuenta años no ha dado tiempo a hacerlo. Eso es lo que va a sacar a los cubanos de la pobreza.
Si Miguel Ángel Moratinos estuviera aún en el Gobierno de España, habría mandado rápidamente un telegrama para felicitar a su amigo Raúl después de un éxito tan rotundo y de unas proclamas tan esperanzadoras. Después de todo, el nuevo líder comunista tuvo para él palabras de agradecimiento por el apoyo prestado a la operación de destierro de más de un centenar de disidentes a los que tenía encarcelados por la funesta manía de pedir libertades para Cuba. ¡Con lo bien que se está en un régimen de partido único, en el que uno puede llegar a su cúspide en plena juventud!
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