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Blogs Terminal Cero por Luis Ayllón

Hugo Chávez al desnudo

Luis Ayllón el

La idea de este Gobierno es que hay que dialogar con todos los países, porque así se les pueden decir las cosas a la cara. Como principio, está bien. El problema surge cuando a las autoridades de esos países sólo les interesa el diálogo para dar una imagen de que son bien recibidos en muchas partes del mundo. Y sobre todo, cuando, además, te toman el pelo descaradamente, como ocurre, por ejemplo, con Cuba y Venezuela.

 

 

En el caso de Cuba, las buenas relaciones de Moratinos con el régimen castrista no han podido impedir la muerte de Orlando Zapata. La delegación española que se reunió el pasado 18 de febrero con otra delegación cubana en Madrid para hablar de Derechos Humanos se interesó por la situación de Zapata, que, ese momento, ya era muy delicada. Los cubanos tomaron nota, que es lo que hacen siempre, pero ya se ha visto el resultado de la gestión de España.

 

 

Ahora, la actuación de juez Eloy Velasco pone de relieve lo que se sospechaba: las muy posibles connivencias del Gobierno de Hugo Chávez con elementos de ETA, que han venido actuando libremente en ese país, a pesar de las continuas exigencias de España de que ejercieran un mayor control sobre ellos. Más aún, entre la cuarentena de personajes vinculados a la banda terrorista que viven en Venezuela, alguno, incluso, como Arturo Cubillas, ha trabajado para el Ministerio de Agricultura venezolano. No sólo eso, como ya se denunció en 2006, su mujer, Goizeder Odriozola, fue contratada para trabajar en el despacho del presidente Chávez. Algo que recuerda los años de la dictadura sandinista, cuando en el Ministerio del Interior de Daniel Ortega, los etarras se movían como Pedro por su casa.

 

 

Mientras Chávez, al parecer, facilitaba a los etarras sus conexiones con las FARC, desde el Gobierno español se seguían manteniendo unas relaciones estrechas con el régimen bolivariano, argumentando siempre la necesidad de defender los intereses de las empresas españolas en Venezuela.

 

 

El afán por hacer negocios llevó incluso, en los primeros años de Gobierno de Zapatero, a firmar acuerdos para la venta de patrulleras y aviones a Venezuela. Al final no se pudo llevar a cabo, porque George Bush vetó la transferencia de la tecnología estadounidense que llevan esos aviones.

 

 

Después vino el famoso y aplaudido en toda América “¿Por que no te callas?” de Su Majestad el Rey a Chávez en Santiago de Chile y, de nuevo, los afanes del Gobierno por llevarse bien con las autoridades de Caracas. Hasta el punto de que Moratinos viajó acompañado de empresarios a Venezuela y no tuvo inconveniente en afirmar que en ese país hay libertad de expresión, mientras Chávez, sigue asfixiando a los medios de comunicación críticos con una política más digna de una dictadura que de una democracia.

 

 

Venezuela
Luis Ayllón el

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