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Blogs Terminal Cero por Luis Ayllón

Hartos de la Presidencia europea

Luis Ayllón el

Resulta obligado que el primer post de este blog en 2010 esté dedicado a la presidencia semestral de la Unión Europea que acaba de asumir España. En realidad, dudo de que haya algún español que no se haya enterado de que nos toca presidir la UE. Tan grande es el aparato propagandístico desplegado por el Gobierno para informar del acontecimiento que podemos acabar hartos antes de empezar. No recuerdo que, ni siquiera en la primera de nuestras presidencias, allá por 1989, hace más de veinte años, se hiciera tanto ruido.
Ahora, Zapatero, que no está sobrado de éxitos en política exterior, nos presenta la presidencia como si fuera algo que nos han encomendado los demás socios para sacar a Europa de la crisis. Nada menos que al país que está presentando bastantes de los peores números en la Unión, especialmente en lo que se refiere al paro. Lo cierto es que la presidencia, como todo el mundo sabe, nos corresponde por turno y, además, bastante devaluada, sobre todo en cuestiones internacionales, al entrar en vigor el Tratado de Lisboa. Nos salva el hecho de que tanto el presidente permanente del Consejo Europeo, Van Rompuy, como la Alta Representante para la Política Exterior de la UE, lady Ashton, recién incorporados a sus puestos, van a necesitar de los trabajos preparatorios hechos por España.
Dada la capacidad de la diplomacia española y, singularmente de los expertos en asuntos comunitarios, no cabe dudar de que esos trabajos se han hecho bien.  Otra cosa es la vertiente política. El prestigio de Zapatero entre sus colegas europeos no es que sea muy grande y, además, las cuestiones relativas a la Unión Europea no son precisamente las que más apasionan a Moratinos, que ha descargado bastante tarea en su secretario de Estado Diego López Garrido. Zapatero confía en que las fotos con Obama o con otros líderes mundiales le sirvan de balón de oxígeno en España, donde las encuestas le sitúan cada vez más lejos de un tercer mandato en la Moncloa.
Aunque habrá otros detalles para juzgar la labor del Ejecutivo en estos seis meses, su eficacia se podrá medir, al menos, por varios indicadores en materia de política exterior: la consecución o no de una nueva relación estratégica a ambos lados del Atlántico; los avances sustanciales en las negociaciones con Mercosur, Centroamérica y la Comunidad Andina; la relación con Marruecos, la pretensión de suprimir la posición común respecto a Cuba; y el peso que pueda obtener en el nuevo Servicio Europeo de Acción Exterior.

Presidencia europea
Luis Ayllón el

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