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El saque de honor de Ban Ki-moon

El saque de honor de Ban Ki-moon
Luis Ayllón el

 

Se cumplen 1.000 días desde que España se proclamara campeona del mundo de fútbol, al mismo tiempo que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon hace el saque de honor en el Santiago Bernabéu para recordar que quedan otros 1.000 días hasta la fecha fijada para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).

Ban Ki-moon, que se ha pasado unas cuantas jornadas disfrutando de Madrid, se ha ido muy satisfecho de su estancia en España, contento del premio que le ha otorgado el Foro de la Nueva Economía y, sobre todo, de haber sido recibido por los Príncipes de Asturias y de haber podido bajar al césped del Bernabéu para escenificar el punto de salida de lo que falta por hacer para lograr los Objetivos del Milenio.

El Gobierno español, por su parte, ha echado el resto en la organización de la Reunión de Alto Nivel sobre Hambre, Seguridad Alimentaria y Nutrición, y del encuentro de los directores ejecutivos de las agencias y organismos dependientes de Naciones Unidas.

En Moncloa y en Exteriores confían en haber causado buena impresión en el secretario general, en un momento en que España se esfuerza por hacerse con uno de los dos puestos de miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU que se van a decidir el año próximo para el bienio 2015-216. En realidad, Ban Ki-moon no es quien decide en este asunto, pero, desde luego, puede influir para allegar algún que otro voto hacia España, que tiene enfrente dos fuertes competidores: Nueva Zelanda, muy presente siempre en Naciones Unidas, y Turquía, con una gran influencia en el mundo árabe.

España puede argumentar su compromiso con el sistema de Naciones Unidas, y las cuantiosas aportaciones que ha hecho hasta ahora distintos fondos, aunque la crisis haya obligado a reducirlas. Las grandes cantidades aportadas durante los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero al PNUD y a ONU-Mujeres, deberían, al menos, servir para que aumentara el número de españoles en altos cargos de la ONU, donde, en estos momentos, solo se cuenta con Joan Clos, el ex ministro y ex alcalde de Barcelona, que dirige ONU-Habitat, programa para los Asentamientos Humanos.

España tiene ya dos candidatos para sendos puestos de cierto nivel. Se trata del general Alberto Asarta, para dirigir la parte militar del Departamento de Operaciones de Manetnimiento de la Paz; y del diplomático Manuel Hernández Ruigómez, actual embajador en Haiti, para ocupar el puesto de representante especial del secretario general de la ONU para Minustah, la Misión de stabilizacón en ese país.

Política Exterior

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