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El coste iberoamericano

Luis Ayllón el

España corre con la mayor parte del gasto de funcionamiento de la Secretaría General Iberoamericana, que es de unos siete millones de euros. Nuestro país aporta el 60 por ciento de esa cantidad, lo que representa poco más de cuatro millones de euros anuales. La Secretaría General Iberoamericana fue creada en 2003 y tiene su sede en Madrid.

 

 

Al Gobierno le gustaría que otros países iberoamericanos hicieran un esfuerzo para aumentar sus contribuciones, teniendo en cuenta cómo ha cambiado la situación económica. Es uno de los asuntos que estudiará el grupo de reflexión sobre el futuro de las cumbres iberoamericanas que se quiere poner en marcha en la cita de Cádiz de esta semana.

 

 

No es que España vaya a hacer de la modificación de las cuotas un caballo de batalla, porque la cifra no es escandalosa si se compara con otros gastos o con el funcionamiento de otras instituciones. Después de todo, es más o menos lo que recibe la selección española de fútbol por el partido contra Panamá, y se pueden recordar, por ejemplo,  algunas de las aportaciones hechas voluntariamente a programas de Naciones Unidas, como el de ONU-Mujeres, al que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero dedicó unos 178 millones de euros 2006 y 2011.

 

 

Para España, que fue uno de los grandes impulsores de las cumbres en 1991, los cuatro millones de euros anuales es una cantidad bien invertida, no solo por los lazos afectivos, culturales e históricos con América, sino también por motivos económicos.

 

 

Sin embargo, si la realidad se ha modificado, hay quien piensa que podría ser el momento para que otros países que han mejorado sus situación económica en los últimos años, como es el caso de Brasil, asuman un mayor compromiso.

 

 

El Gobierno español está haciendo recortes de todas las partidas posibles y la propia Cumbre Iberoamericana de Cádiz ha contado ya con un presupuesto inicial de 4,9 millones de euros, que es más o menos la mitad de lo que se gastó en la celebrada en Salamanca en 2005. Ciertamente, aquella reunión duró un día más, pero la diferencia está fundamentalmente en que ahora se ha medido cada euro gastado.

 

 

Además, ese presupuesto va a verse reducido sensiblemente, porque, por primera vez, de manera amplia, se ha acudido a patrocinadores privados. Hay una treintena de ellos que han respondido a la propuesta del Comité Organizador y aportan medios, equipos o dinero para la celebración de la cumbre. Así, por ejemplo, Audi-Seat-Volkswagen, aportará 160 vehículos para los desplazamientos de los jefes de Estado y sus delegaciones, lo que representa unos 600.000 euros. Por su parte, Renfe facilitará los trenes a Cádiz, por valor de unos 300.00 euros, una cantidad que también aportan FCC y Acciona adecuando algunas instalaciones para los servicios de la cumbre. Los autobuses correrán a cargo de El Corte Inglés y la gasolina, de Cepsa.

 

 

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