De Argentina a Brasil
Ha habido resultados positivos. Sin embargo, más allá de algunas declaraciones condenatorias de la actuación del Gobierno de Kirchner, puede resultar difícil que en algunos de esos foros, como el G-20, se decida aislar a Argentina. Hay otros países miembros del club que querrán aprovechar la situación, como puede ser el caso de China.
Además, en el ámbito iberoamericano, las cosas no son tan sencillas. Hay una cierta solidaridad con el vecino continental sobre todo cuando se trata de reafirmar la soberanía y, especialmente, cuando se hace frente a España. Las declaraciones públicas de los mandatarios de esos países, tras el atropello llevado a cabo en el caso de YPF, suelen ir en la línea de asegurar que en ellos sí hay seguridad jurídica. Casi imposible resultaría un texto de condena explícito en una cita, como por ejemplo, la Cumbre Iberoamericana de Cádíz, en la que puede estar presente la propia Cristina Fernández de Kirchner, porque las invitaciones a todos los países miembros ya han sido cursadas.
Otro de los colosos iberoamericanos, Brasil, sobre el que España parece haber lanzado una ofensiva de fortalecimiento de relaciones, se ha mostrado muy cauto ante la decisión de Argentina, porque tiene importante intereses en ese país vecino. Lo cierto es que estos días ha viajado a Brasil el secretario de Estado de Cooperación y para Iberoamérica, Jesús Gracia, que, en mayo tiene previsto hacerlo el ministro García-Margallo; y que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, asistirá en Río de Janeiro a la reunión del G-20 con el Grupo de Río, a finales de junio. Además, si para ese mismo mes de junio, el Rey está recuperado, podría realizar también una gira por Brasil y Chile, prevista desde hace meses.
La relación con Brasil, lo mismo que con México, es clave para España, en Iberoamérica y sería importante contar con la presencia de la presidenta Dilma Roussef, en la Cumbre de Candís, pero no sería bueno que se diera la sensación de que el principal objetivo de esos viajes es aislar a Argentina. Y mucho menos que se involucrara en la operación a Don Juan Carlos, cuyo prestigio en los países de la región es preciso salvaguardar.
Brasil