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Blogs Madre no hay más que una por Gema Lendoiro

Informe doulas. La historia de una gran mentira

Gema Lendoiro el

Confieso que he dudado muchísimo antes de escribir este post. Pero me parece tan vergonzoso lo que algunos medios de comunicación están haciendo que, al final, he querido dar al menos desde mi blog, otro punto de vista. El informe sobre las doulas que está hecho por el colegio de enfermería y que ha sido enviado a la prensa es para llorar o para reír. Depende del día que te pille.

Si ese informe hubiese caído en mis manos hace más o menos seis, siete, ocho años, me hubiera quedado horrorizada pensando que las doulas son, poco más o menos, unas brujas con aquelarres. Afortunadamente desde el embarazo tengo la sana costumbre de investigar un poco y, además, si pretendes ejercer una labor periodística más o menos decente, qué menos que averiguar si lo que están diciendo es verdad o no.

¿Es verdad que las doulas no tienen formación específica? Sí, es verdad. Y esto debería ser resuelto de manera inmediata. En primer lugar para que pueda ser una profesión reconocida y en segundo lugar para que puedan darse de alta en una actividad económica existente evitando así, la economía sumergida.

Y hasta aquí lo único en lo que estoy de acuerdo con este informe. Miren, verán ustedes, un informe serio debe estar sustentado en evidencias científicas. Bueno, vamos a dejarlo en simples evidencias. Las doulas no atienden partos. Punto. Acompañan. Y cada mujer es libre de hacerse acompañar con quién quiera. Porque hay maridos (o parejas) que no quieren entrar al paritorio. O hay madres que pondrían más nerviosa a la mujer. Y la madre se supone que tiene que tener derecho a escoger. Y si esa elección es una doula que simplemente la apoya emocionalmente, francamente, yo no veo donde está el problema. Oigan, miren, hay gente que se gasta mil euros al mes en un chamán que le tira las cartas y no pasa nada. Ustedes dirán: pero el chamán no pone en riesgo la vida de ningún ser humano. Y yo les digo: la doula, tampoco porque, insisto, NO ATIENDE PARTOS. No hace ninguna valoración científica, no hace analíticas, ni radiografías, no palpa el útero, no mete los dedos en la vagina, no hace nada de lo que este informe dice que hacen.

¿Qué hace la doula?

Acompaña a la mujer. Y miren ustedes. Eso vale O-RO. Y el oro se paga. Las mujeres estamos solas en la maternidad. Muy solas. Horrendamente solas. Quizás por eso hayan triunfado tanto los blogs de maternidad. O los grupos de facebook de apoyo entre madres. Porque las ventanas de los patios se han sustituido por las ventanas de los ordenadores y, gracias a esas ventanas, estamos un poquito menos solas. Pero a veces lo virtual no basta y un abrazo y alguien que te pasa la mano por la espalda mientras te escucha y apoya evita males mayores. Y sobre todo mucha ingesta de lexatín.

Como siempre, yendo en contra de la libertad, principio sagrado e inviolable salvo que atentes contra la libertad o la vida de otro. Y las doulas, de nuevo lo digo, NO ATIENDEN PARTOS. ¿Qué cobran por darte apoyo emocional? Pues mire, sí. Porque es un trabajo. Y no todo el mundo tiene tiempo de dar ese apoyo a una amiga. Y a veces incluso es mejor una persona desconocida que no te juzga que una amiga. Esto es como cuando necesitas ayuda psicológica y es mejor que te atienda una desconocida que una amiga tuya. Perdería la objetividad.

Volvamos al informe. Dicen que hacen prácticas caníbales. Hombre, comerse la placenta lo recomendarán tres y en, cualquier caso, sería caníbal que recomendasen a la mujer que se comiese a su propio hijo. En cualquier caso comerse la placenta no es malo, si acaso puede resultar asqueroso pero siempre se puede hacer en cómodas cápsulas. Por cierto lean esto.

Lo del cordón umbilical es una práctica que desconocía y, desde luego no creo que sea una práctica habitual en las doulas. Quizás en cosas así es por las que se hace necesaria su regulación ya mismo.

Yo comprendo que uno lee frases como la palabra diosa en un contexto que uno quiere leer desde el punto de vista científico y le puede entrar la risa. De acuerdo, no voy a discutir este aspecto porque a mí también me da la risa. Pero de ahí a decir que las doulas son chamanes va un trecho. Qué digo un trecho, va el Cañón del Colorado en toda su amplitud. Miren yo tengo una amiga que es de las mejores abogadas de divorcio que conozco. Digo de las mejores porque caso que lleva, caso que gana. Da igual si defiende a un hombre o a una mujer, ella siempre gana. Y una de las tácticas que utiliza para preparar la defensa es siempre hacerle la carta astral a su cliente y al contrario. Sí, como lo leen. Cuando me lo contó le dije que me parecía que estaba chalada y me argumentó que era una herramienta más. De esas manera ella averiguaba si el contrincante es un ser ambicioso que se mueve única y exclusivamente por dinero (en tema de pensiones compensatorias o custodias compartidas…) si es una persona vengativa…etc. Confieso que me quedé perpleja. ¿A dónde quiero llegar con esto? Pues a que imaginen que se emite un informe del colegio de fiscales para denunciar como trabajan los abogados de España y ponen como ejemplo las prácticas de mi amiga para definir al resto de la profesión. Sería un informe manipulador y mentiroso y que no se corresponde con la realidad. Porque que una abogada use las cartas astrales como una herramienta más para defender a su cliente no significa que los abogados en España usen esa práctica. ¿Verdad que no? Bueno, pues esto es lo que ha hecho el dichoso informe de enfermería. Es decir, manipular la verdad, por lo tanto: MIENTEN.

Todas estas cosas que cita el informe de las doulas o no se ajustan a la verdad o afectan a una mínima parte de ellas. Por lo tanto, mienten. 

Lo que sí es verdad y el colegio de enfermeras no recoge es lo siguiente:

  • Que sí existe violencia obstetrica contra las mujeres. Desde luego yo no caeré en sus generalidades diciendo que todos lo hacen. Pero sí muchos. Las mujeres atendidas por enfermeras son tratadas con enorme desprecio y de una manera violenta. Si no se lo cree no tiene más que volver aquel programa emitido por sexta sobre los partos en Madrid. La voz en off era de Gemma Nierga. Y si no lo ven recurran a los datos: roturas de bolsa sin permiso, maniobras de Kristeller o maniobras de Hamilton, prácticas totalmente desaconsejadas por la OMS y que, sin embargo, las hacen. 
  • Quienes meten los dedos en las vaginas de las mujeres son las matronas, enfermeras y obstetras por lo que todas lasa barbaridades que comentan, que es verdad que suceden, las hacen ellos. No las doulas. Porque las doulas, de nuevo lo escribo, NO ATIENDEN PARTOS.

La tristeza de todo esto es que el campo sanitario que rodea a la maternidad sí necesita de un informe exhaustivo y concienzudo con respecto a la mala praxis en muchísimos hospitales. Sí es necesario elaborar un informe que explique con evidencias científicas por qué en España tantas mujeres tienen cesáreas en lugar de partos naturales. Se necesita un informe exhaustivo que valore por qué haya cada vez más mayor número de mujeres con depresión post parto o mujeres que “no pueden dar el pecho” cuando resulta que si todas lo hicieran al menos durante los 6 primeros meses del bebé la sanidad se ahorraría muchísimos millones de euros anuales. Este estudio también está por hacer.

Lo triste es, a su vez, que tengamos tanto que lamentar en los protocolos hospitalarios y el colegio de enfermeras se desmarque con este informe sensacionalista que no atiende a hechos constatables si no a opiniones. Eso sí que es una pena. O, como dice Ibone Olza en su blog

“…sinceramente considero que su institución debería estar mucho más preocupada por la violencia obstétrica que a diario se ejerce en muchos paritorios de nuestro país, y en la que tristemente participan muchos profesionales sanitarios y que deja a incontables mujeres y bebés seriamente dañados. Esa sí es una realidad que merecería un estudio serio y detallado por parte de su organización, y si me lo permite les recomiendo comiencen escuchando el sufrimiento de muchísimas matronas y enfermeras, excelentes profesionales, que han sufrido mobbing y acoso laboral precisamente por defender a las embarazadas y parturientas de la violencia obstétrica y sus terribles consecuencias. Estas matronas no merecen el agravio y descrédito que el penoso informe doulas supone también hacia ellas, que en muchos casos además trabajan codo con codo y desde el máximo respeto con excelentes doulas”

 

No sé cómo terminará esto pero desde luego debería empezar el Ministerio de Sanidad a escuchar a las partes, doulas y enfermeras, y tomar cartas en el asunto. Porque para empezar, llamas y no tienen ninguna respuesta que darte.

Que las mujeres hoy día estamos muy solas frente a la maternidad es un hecho. Sólo unas cuantas privilegiadas podemos pagar ayuda. La inmensa mayoría tiene que hacer frente a una sociedad que exige trabajar muchas más horas de las establecidas, con sueldos que no rozan ni los mil euros y, al llegar a sus casas agotadas, hacer frente a tareas de hogar y vuelta al día siguiente a empezar. ¿Se extrañan entonces que muchas escojan quedarse en sus casas? ¿Qué sentido tiene estar 10 horas fuera de tu casa para ganar 80o euros y pagar una guardería que cuesta 600? ¿Para realizarse, quizás? Es de risa.

Muchas mujeres están solas. Más solas que la una. O están acompañadas de madres o suegras de otra generación que emiten juicios que a las madres de ahora les resuenan por dentro y que no aceptan como válidos. Hay muchísimas mujeres que no se sienten acompañadas por sus parejas y necesitan ese apoyo. Las doulas, insisto por última vez, NO ATIENDEN PARTOS, acompañan emocionalmente a las madres en su embarazo, parto (si quiere la madre) y puerperio. Un puerperio largo, lleno de dudas y plagadito de hormonas que a veces te tienen llorando como una niña desconsolada todo el día.

¿Qué tiene de malo que alguien te acompañe en ese trance? ¿Qué tiene de malo? ¿De qué intrusismo hablan si ellas no hacen nada de lo que dicen? Y en cuanto al precio. Miren ustedes, yo es que soy una gran defensora de la libertad económica y aquí cada uno cobra por sus servicios profesionales lo que le da la gana. Si tiene quién se los pague mejor para ella.

Déjense de revanchas. Déjense de asustar a las personas. Aquí nadie pretende quitarles el pan. Lo que sí que tienen que hacer es fijarse en esa cantidad de enfermeras que rondan por los hospitales diciendo cosas así de bonitas a las madres como las que les detallo a continuación:

-Esa leche que tienes no alimenta. Vamos a darle una ayudita al bebé con este biberón.

-Vamos a llevarte al niño al nido para que así descanses mejor.

-Oye, no te quejes que al menos tu hija está viva (esto me lo dijo a mí una simpática enfermera porque yo lloraba viendo a mi hija en la UCI)

-Tienes que ponerte al bebé cada 3 horas en el pecho. Antes no, que te está tomando el pelo…

Y no sigo que se las saben ustedes de maravilla. Esas cosas sí que ponen en peligro algo fundamental y que evita muchas depresiones postparto y enfermedades varias como es la lactancia. Así que, si quieren hacer informes exhaustivos, que vayan en esa línea. Que es la que de verdad importa. Y dejen a las madres gastarse dinero en lo que les dé la gana porque ni es nocivo ni les va a quitar a ustedes el pan. Es más, les va a ayudar a ustedes a tener muchos partos mucho más naturales y maravillosos. 

En serio. Estamos perdiendo el oremus.

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