¿Puede un líder político socialista llevar un tren de vida millonario? Es la pregunta que da origen a una polémica que ocupa en estos momentos portadas de los medios digitales en Francia, comenzando por Le Monde. Y la polémica tiene por protagonista a Dominique Strauss-Kahn, director del FMI y posible candidato socialista a la presidencia de Francia.
Y es que Strauss-Kahn fue visto recientemente en un Porsche del que ha tenido que aclarar que no era suyo sino de un asesor. A lo que se ha sumado una demanda del político socialista contra el diario France Soir por haber contado que viste trajes de 35.000 euros. Y todo ello se suma, a su vez, a las constantes informaciones sobre sus lujosas mansiones en Paris y Marrakech y su millonaria esposa, la famosa periodista Anne Sinclair (ambos en la fotografía de arriba junto al asesor propietario del porsche). Parece un folletín barato, y quizá lo sea, pero tiene una gran importancia política porque, para algunos, esas posesiones y ese estilo de vida hacen a Stauss-Kahn poco apto para ser líder de los socialistas y candidato a la presidencia francesa.
Depende, es mi opinión. Sería poco apto si tales posesiones y tren de vida fueran unidos a un discurso contra “los poderosos”, contra los neoliberales y el malvado mercado, contra los ricos y privilegiados y a favor de los desfavorecidos, del estilo del que hacen algunos socialistas españoles. Pero no es ese necesariamente el único discurso socialista posible.
Pero, sobre todo, ¡qué confusión interesada con las meras apariencias! Los líderes socialistas que llegan a la cima de las instituciones tienen las mismas o mayores connivencias con los poderosos que Strauss-Kahn, aunque no tengan parejas millonarias, monten en un porsche o posean mansión en Marrakech.
¿Qué hace diferentes en términos de capacidad para la defensa de los desfavorecidos a los competidores de Strauss-Kahn en el PSF, como la líder actual Martine Aubry, hija de un poderoso de la política, Jacques Delors, o a Ségolène Royal, exministra, y exesposa de otro poderoso de la política? Me cuesta ver la diferencia.
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