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Solución expeditiva para el Valle de los Caídos: ¡Volarlo!

Edurne Uriarte el

Hay explosión de antifranquismo estos días en el socialismo que abandona el poder. En el sentido literal del término, pues algunos quieren volar el Valle de los Caídos, demolerlo, hacerlo saltar por los aires. No funcionó aquello de convocar elecciones el 20-N, pero no renuncia Zapatero a una traca final de antifranquismo para cerrar su mandato como lo inició, con la memoria de la guerra civil y los dos bandos de la guerra, ahora con el Valle de los Caídos. Él pone la comisión, los expertos y el informe, y los suyos, la dinamita.

La de Maruja Torres ayer, sobre todo. Y es que Torres quiere volar el valle de los Caídos y no precisamente en un sentido figurado: “Una sana voladura pública dejaría, al menos, un buen recuerdo en gran parte de la población. Tendría que ser una cosa rápida y limpia, realizada a la luz del día, a ser posible en un día con mucha luz. Un mensaje claro a la población: aquí lo tenéis, décadas de oscurantismo y opresión, mareas de sufrimiento encarnadas en la más infame categoría del granito, a tomar por saco en un santiamén” (“El Valle”)

No hay rectificación alguna de tal arrebato violento en El País de hoy. Y no podía haberlo porque lo de colocar unos cuantos explosivos en el Valle es, al parecer, una idea bastante extendida en el periódico. De hecho, otro de sus columnistas, Josep Ramoneda, también la planteaba ayer como una opción a considerar, aunque, eso sí, él mismo se decantaba al final por otra solución menos abrupta como es la de la exhumación de los republicanos enterrados ayer y su traslado a otro lugar (“El destino de un icono fascista”)

En su editorial de hoy (“EL Valle de la infamia”) El País afirma que no le gusta nada la solución de los expertos y que, en realidad, no hay solución viable alguna para el Valle. No sugiere explícitamente la voladura, como sus columnistas, pero sí insiste en que no hay manera  de arreglar el Valle y que. incluso desde el punto de vista estético, es excesivo el dinero que habría que invertir.

Como cunda la idea, no nos va a llegar la dinamita para volar los símbolos y restos históricos poco presentables que conservamos en España y en el resto de Europa. Habrá que volar también todos los símbolos marxistas y tengo la impresión de que hasta a Maruja Torres se le va a pasar su ardor explosivo.

Antifranquismo
Edurne Uriarte el

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