Las palabras del ministro Luis de Guindos hoy sobre la disposición del Gobierno español a negociar con Grecia son un buen ejemplo del problema del PP con el discurso político. Supongo que le corregirá el presidente en las próximas horas, pero se trata del enésimo error en la misma línea, en la de desdibujar la propia posición y la de sus votantes para legitimar al adversario político.
¿Negociar con los chantajistas que han votado por incumplir las condiciones que sí estamos cumpliendo los españoles? Si eso ocurre, no sólo se habrá impuesto la extrema izquierda griega, también se multiplicarán las opciones electorales de Podemos (arriba, la fotografía que ha colocado hoy Pablo Iglesias en su cuenta de Twitter). Pero, además, las instituciones europeas, y nuestro Gobierno en particular, habrán traicionado a los ciudadanos que han asumido responsabilidades y aceptado los sacrificios para salir de la crisis económica.
Una negociación con los chantajistas de la que surja cualquier cesión al Gobierno griego es letal para la legitimidad de la Unión Europea y para los Gobiernos que han cumplido con las reglas de la UE, empezando por el nuestro.
Y nuestro ministro de Economía ni siquiera se ha enterado de esa obviedad política. Que se lea, por ejemplo, la posición de los lectores de ABC sobre la posibilidad de que los españoles perdonemos a Grecia lo que nos debe (situación de la encuesta a la hora de publicar este post).
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