Repito la pregunta de hace unas semanas porque persiste el debate político exactamente en los mismos términos que hace unas semanas. Mientras etarras, asesinos y violadores varios salen a la calle en aplicación de la sentencia de Estrasburgo, voces críticas con el Gobierno, con la Audiencia Nacional y con el Supremo insisten en que era posible desobedecer esa sentencia. O encontrar un resquicio legal para aplicarla de otra manera.
Y, sin embargo, resulta que todos los magistrados y tribunales están coincidiendo en la misma interpretación de esta sentencia y en la decisión de poner en libertad a los diferentes delincuentes que han exigido la aplicación de la sentencia de Estrasburgo.
Por una razón que es jurídica y no política. La que ha explicado hoy el magistrado del Supremo, Antonio Salas, en entrevista de Isabel Durán en el programa Más Claro Agua y en que hemos participado Carlos Cuesta, Federico Quevedo, Ricardo Martín, Fernando Jáuregui, Carlos Carnicero y yo misma (en la fotografía, los participantes en el programa de hoy)
Antonio Salas ha explicado lo que sigue:
“La sentencia de Estrasburgo se refiere, en efecto, únicamente a Inés del Río. Pero hay un principio en Derecho según el cual toda novedad que afecte positivamente a un reo hay que aplicarla necesariamente“.
O que ni el Gobierno puede desobedecer la sentencia de Estrasburgo ni los magistrados pueden interpretarla de otra manera.