Por fin, una ministra occidental que ha tenido la valentía de negarse a usar el velo a su llegada a un país musulmán. Se trata de la ministra de Defensa de Alemania, Ursula von der Leyen, quizá la sucesora de Ángela Merkel.
Porque lo habitual es que las políticas y también periodistas occidentales se plieguen a la imposición profundamente discriminatoria del velo en sus visitas a los países musulmanes más estrictos. Y aún más sorprendente y contradictorio es que se pliegan igualmente, incluso con más entusiasmo, políticas de izquierdas que dicen ser feministas.
Y esta política de derechas, de la democracia cristiana alemana, ha dado una lección de auténtica igualdad a todos en una decisión que debería convertirse en norma de todas las mujeres que dicen ser defensoras de la igualdad en sus viajes a países con leyes discriminatorias para las mujeres.
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