Los antitaurinos eran hasta ahora un conjunto de grupúsculos con poca capacidad de influencia social. Por la inconsistencia del mensaje, por la violencia de las formas, por la ausencia de inteligencia en los argumentos. Pero ahora resulta que los podemitas se unen a esos grupúsculos y sus insultantes campañas de intolerancia tienen más trascendencia y son más peligrosas .
Como la la que han montado contra el torero Juan José Padilla en Cádiz al que los ultras rechazan como imagen de la Diputación de Cádiz por ser torero. Una nueva afrenta a la inteligencia, a la cultura y a la libertad, con la provocación añadida de que hasta han organizado una recogida de firmas en chance.org contra Padilla.
La Diputación de Cádiz gobernada por los socialistas ha rechazado la campaña podemita. Pero arremeterán con otras allá donde tengan la más mínima oportunidad, especialmente en las comunidades con partidos nacionalistas donde, unidos al nacionalismo antiespañolista, tienen posibilidades de lograr algunos objetivos antitaurinos. Además de todos los demás, del resto de iniciativas contra la libertad, la antitaurina es sólo una de ellas. Si no hay una movilización contra tanta provocación ultra. De momento, en apoyo a Juan José Padilla (abajo, el pasado agosto, en la feria de Bilbao, en fotografía que agradezco a Joaquin Moeckel)
